Bruno Oprandi fue el goleador del partido con 23 puntos (10-11 en dobles, 3-9 en libres), pero el paladín de la victoria resultó el base Alejo Britos al acertar un triple destructor en el último minuto del partido, con dos libres concluyentes en el momento más encendido del juego.
El partido fue homogéneo desde el salto inicial hasta la última bola de la noche. Salvo un pasaje del tercer cuarto, donde la visita saco una holgada diferencia de 12 puntos (57-47), el resto del partido transitó punto a punto.
Avanzaron con aciertos y desatinos por igual, estuvieron empatados hasta los últimos segundos y allí estuvo lo mejor de la noche. El último cuarto fue un espectáculo descollante. Ambos equipos porfiaron la victoria hasta la última bola, pero una vez más fue el local quien se apropió del gozo mayor.
Britos sacó licencia para matar el desarrollado ánimo de triunfo que hizo arder la visita en la cara del dueño de casa. Lo hizo cuando el partido convocaba a un suplementario. Resultó, a no dudarlo, la victoria más espinosa de Ferro y por ende, las más festejada por su gente.