Asaltan a punta de pistola a dueños de inmobiliaria delante de bebé de 10 meses

Los malvivientes encerraron a las víctimas en el baño y terminaron llevándose dinero en efectivo, el celular y documentación del propietario del lugar, aunque uno de ellos cayó preso al ser atrapado por la Policía cuando huía del local.
El ladrón -un joven de unos 23 años al que las autoridades califican como «conocido»- fue atrapado a unos doscientos metros de la inmobiliaria, en un baldío dejado por una propiedad demolida hace unos años. La detención fue llevada a cabo por personal de la Comisaría Segunda después del mediodía, a los minutos del atraco, y se concretó en la calle Costa Rica al 700 entre pasaje Chiclana y Marconi. 
El lugar donde había sucedido el robo está situado en avenida Colombia al 800 entre Marconi y Edison, y su propietario, Gustavo Bulacios, contó cómo ocurrió el hecho aún conmocionado por el accionar de dos ladrones a los que vio «muy exaltados».

«Estábamos atendiendo al público y (uno de los ladrones) entró preguntando por alquiler», relató Gustavo Bulacios. Señaló entonces que el bebé estaba en su andador al lado del escritorio de él, en el acceso al local, y que luego «llegó el otro (el cómplice del que había ingresado primero), uno flaco alto», describió y siguió relatando: «Nos dijeron que era un asalto. Nos apuntaban todo el tiempo y yo estaba muy preocupado por el bebé. Entonces el más alto le dijo a mi hija que lo alzara; nos llevaron para atrás y nos metieron en el baño».
Recordó que «justo tenía dinero en el bolsillo, se los di, ahí se calmaron un poco y nos encerraron en el baño. Después sentí que revolvían (el escritorio del acceso), sentimos que dijeron que no había nada y ahí se fueron», añadió. «Me quisieron atar las manos con alambre, les dije que no», acotó.
Los delincuentes le llevaron a Bulacios entre 1.000 y 2.000 pesos, además de su documentación, los documentos de la hija y el teléfono celular, que el que fue detenido no tenía entre sus ropas, por lo que la Policía cree que el cómplice que pudo escapar se los llevó, al igual que el arma. 

Tanto el hombre como su hija coincidieron en que los asaltantes «estaban muy exaltados» y que cometieron el atraco a cara descubierta. 
Janet, la hija de Bulacios, contó que ella estaba en la computadora en el acceso al local cuando entró el primero de los delincuentes que enseguida sacó el arma, al momento en que su padre quiso atenderlo. «Atiné a ir para afuera pero entró el otro. Estaban los dos muy exaltados, así que fue una fea situación», sostuvo. 

Mientras los ladrones los amenazaban con el arma, el bebé de Janet estaba en el andador. «Le pedí que se tranquilizara porque como no encontraba plata se ponía más loco y me dejó alzar al bebé», agregó la mujer.