Carta del Lector

A los compañeros jubilados provinciales

«En defensa de los principios establecidos». hoy lo realizo pues es algo que considero como «La Razón de mi vida».
Debo aclarar diciendo que lo que digo me brota de corazón y es por ello que debo hacer un juicio sensato, y eso lo realizo como dicen los «Letrados/as Exitosos/as, en los cuentos de un relato» que escuchaba frecuentemente por «Cadena Nacional».

por REDACCIÓN CHUBUT 13/07/2017 - 00.00.hs

Mi vida ha sido simple desde el momento en que nací; fui un «niño privilegiado», con mi padre trabajador del riel (por entonces en manos de los ingleses), y a poco de nacionalizado se afilió al «justicialismo» y fue electo «delegado gremial»; y no puedo ocultar mi orgullo pues empecé la escuela, por entonces Nacional, popular y sin ninguna distinción (nuestras pilchas se disimulaban con un «blanco delantal».
Con un cuaderno, un lápiz y una goma, por entonces empecé a aprender las letras (en la primaria), para formar las palabras que ahora voy tecleando, con este nuevo invento. También concurría a la escuela con un jarrito enlozado, y recibía de regalo que la leche calentita y endulzada acompañara el felipe recién horneado, y ahora me doy cuenta de que no lo necesitaba, ya que el «puchero en casa nunca nos faltaba». Nuestra enseñanza básica nos exigía tener buen comportamiento, e inclusive se nos pedía «aprenderse de memoria la Constitución Argentina». 
Terminado el primario, empecé el secundario en aquella muy querida «Escuela Industrial Nacional Nº 1» en Bahía Blanca, donde debíamos esforzarnos para ser técnicos y obtener un oficio, para el bien del país, que empezaba a industrializarse. Así que allí me gradué en 1957, como Maestro Mayor de Obras. No debo seguir contando, así que sintetizando: conseguí trabajo y empecé ingeniería en la UNS; me casé y nacieron mis tres hijas, y viendo oportunidad de un trabajo mejor nos radicamos en Alumine, Neuquén, y luego con un nuevo hijo, nos vinimos a Chubut. Recuerdo que Trelew protagonizó el «Trelewazo», un ejemplo nacional de confraternidad ciudadana y política. En fin, eso es historia reciente, y cualquier «nic» o «llegado» de otro lado quizás recuerde que la llamábamos con orgullo «la ciudad más progresista del sur argentino», y también: «La capital de la cultura» por el «Colegio Nacional» y el «IDES».
Como habitualmente hago, leo en EL CHUBUT un título que menciona: «Caminoa propone destinar a Seros 20% del endeudamiento». De su lectura infiero una luz de esperanza desde la Legislatura, para la clase pasiva que aportamos toda nuestra vida, y analizo que no es una cuestión de sexo, sino creo que tiene una buena porción de seso. Si valoramos lo esencial, sabremos cómo votar. ¿No les parece compañeros, que tuvimos algo que fue y sigue intentando continuar en carrera sin «sponsor»?
Heraldo Ruddy González
 

 

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