Encontraron un sitio arqueológico en la zona sur de la ciudad

«El sitio apareció a raíz de que hubo un movimiento de suelo en el loteo sur. En ese lugar antes había un médano, por lo que fuimos a ver qué sucedió con ese médano y encontramos un sitio arqueológico totalmente destruido, removido por las máquinas de un lado a otro en un área que abarca de 80 a 40 metros. Todo ese material que estaba integrado se dispersó y a raíz de eso hicimos la denuncia a la Secretaría de Cultura de Chubut para que nos den los permisos para ir a muestrear y obtener lo que podamos de información». Cabe destacar que Svodoba trabajó junto a Julieta Gómez Otero, directora del Laboratorio de Arqueología del IDEAUS; Guillermo Gutiérrez, becario postdoctoral y Anahí Banegas, arqueóloga del mismo laboratorio.

ANTIGUEDAD
Luego de dos muestreos, los especialistas recolectaron material de superficie y lo que pudieron saber es que se trataba de lo que se conoce como «conchero», que son campamentos base de cazadores recolectores que allí se asentaban para obtener sus recursos: «Eso lo podemos saber por el tipo de artefacto que fuimos recolectando, manos de mortero, raspadores, algunos utensillos en hueso. También encontramos mucho consumo y explotación de guanaco, un poco de lobos marinos y, sobre todo, explotación de almejas y cholgas». Para poder determinar exactamente la antigüedad de los restos, debería realizarse un fechado radiocarbónico, sin embargo, los especialistas hicieron una estimación de los artefactos encontrados y calculan que los mismos deben tener unos 2000 años.

MAS DESCUBRIMIENTOS
Las piezas fueron trasladadas al CENPAT, que es el reservorio autorizado por la Secretaría de Cultura para depositar todos los restos arqueológicos: «Nosotros tenemos un depósito muy grande, cuando llegan los materiales los acondicionamos, los separamos, hacemos un análisis previo y los guardamos para un futuro análisis más detallado», dijo Svodoba, quien también destacó otro descubrimiento de un pez que en la actualidad no se distribuye en nuestras costas: «La corvina rubia ahora llega hasta el sur de la Provincia de Buenos Aires y nosotros la tenemos representada en este sitio, eso es importantísimo porque es una información a nivel paleoecológica importante porque nos da una idea de que el ambiente, en el pasado, no era el mismo que en la actualidad».

MAYOR CONTROL
Más allá de todo esto, a los becarios y arqueólogos del IDEAUS-CENPAT les preocupa lo referente a la conservación de estos lugares arqueológicos en la zona: «Vemos un avance muy importante en la construcción que conlleva movimiento de suelo y la falta de control y de no estudios pertinentes, hace que se destruya esta información que es muy importante. Nosotros no es que no queremos que se hagan estos movimiento, pero sí de forma controlada. Sería interesante que participe un arqueólogo, sobre todo en los lugares sensibles como toda la costa de Puerto Madryn y Península Valdés, que son potenciales donde podemos encontrar sitios arqueológicos y sobre todo donde hay médanos. Estaría buenos poder coordinar un trabajo y que haya un arqueólogo en ese momento para observar si hay un sitio y sobre todo si hay restos humanos», finalizó Ariadna Svodoba.