Petardos y fuegos artificiales, bombos y redoblantes, cualquier instrumento fue válido para celebrar la victoria ante el clásico rival.
El Muñeco de Nieve, en Ameghino y Perón, se vio embanderado después de las 7 de la tarde con los colores rojo y blanco. Y en 25 de mayo y Rivadavia se produjo la concentración de la mayoría de los vecinos millonarios. Desde ahí se realizó la tradicional “vuelta olímpica” hasta rodear el centro comercial.
En ese marco se presentaron unos pocos simpatizantes de Boca Juniors pasados de alcohol que, de no ser por los propios hinchas de River y el personal policial, habrían sufrido una paliza. El propio comisario inspector Fernando Mora, segundo jefe de la Unidad Regional Esquel de Policía, intervino para frenar la marea humana que se abalanzó contra los temerarios vecinos que se presentaron al festejo con camisetas de azul y amarillo.