Avelluto propone «dejar atrás el discurso de la queja y el aislamiento y dar paso al crecimiento de la Patagonia»

Sostiene que el «desprejuicio» es el rasgo ideológico que mejor define a Cambiemos, y los maniqueismos de izquierda o derecha son categorías «obsoletas». Define al kirchnerismo como «un intento de aggionarmiento del justicialismo pero con un manual que atrasa 40 años».

En cuanto a la realidad de Chubut, aseguró que «hay una demanda de un sector importante del electorado de un cambio en la manera de dirigir los destinos de la provincia».
Ayer Avelluto arribó a Trelew donde hizo gestiones en el Museo Egidio Feruglio para llevar una exposición itinerante por todo el país, y también se reunió con los cuadros políticos del radicalismo y el PRO pensando en las próximas elecciones. 

El intelectual del macrismo visitó la redacción de Diario EL CHUBUT acompañado por el candidato a intendente de Trelew, Germán Larmeu, el diputado Manuel Pagliaroni, el candidato a intendente de Rawson, Damián Biss, y demás referentes del PRO y la UCR. Después compartió un almuerzo con referentes de Cambiemos y analizó el escenario electoral de Chubut.

«SALIR DEL AISLAMIENTO»
En diálogo con este diario, Avelluto, entendió que es momento de superar el discurso del «aislamiento y la queja» de los gobiernos chubutenses frente al Estado Nacional, y se preguntó por qué no dar paso al «orgullo de ser patagónicos» y recuperar el espíritu emprendedor que caracterizó a los pioneros en estos tiempos de profundas transformaciones tecnológicas, culturales y sociales.

«Siento una profunda admiración por la cultura pionera, por aquellos que llegaron sin nada a la Patagonia, y fundaron pueblos, vías de comunicación, culturas, se instalaron donde no había nada de nada y convivieron con los pueblos originarios; y a veces siento que esa cultura pionera se perdió, y se dio lugar a un discurso basado en la queja por el aislamiento y el abandono», reflexionó Avelluto. 

El secretario de Cultura de Mauricio Macri no desconoció que ese reclamo «no deja de tener sus fundamentos, pero a veces siento si no debería dar paso a un discurso del crecimiento de la Patagonia más allá de lo que el Estado Nacional le debe, que probablemente sea cierto», planteó.

«El Estado tiene un rol y no lo quiero negar, pero a veces le pedimos al Estado cosas que la sociedad debería generar por sí misma, y a veces el Estado en vez de ser el acelerador de los procesos de desarrollo se vuelve un freno», completó.

Con miras al 2019, Avelluto se mostró escéptico respecto de las supuestas «ventajas» que puedan llegar a sacar los dirigentes políticos con el desdoblamiento de las elecciones, y descartó que se pueda «manipular» al electorado. «Las especulaciones parten de la subestimación del electorado como si fuera una especie de ganado que se puede arriar en función de una boleta, y eso es falso, aseguró.

MAS ALLA DE LOS PREJUICIOS
Avelluto entiende que Cambiemos, «la primera fuerza política del siglo XXI», no se ajusta a ninguna de las categorías ideológicas que dominaron el siglo pasado. «Cambiemos carece de prejuicios ideológicos a la hora de mirar la realidad. Macri fue el primer presidente el que habilitó en la apertura de sesiones ordinarias del Parlamento el debate sobre el aborto, que había estado clausurado mientras se hacían y lamentablemente siguen haciendo abortos cladestinos en todo el país», ejemplificó. 

El intelectual del macrismo sostuvo que la fuerza de Cambiemos radica en la capacidad del presidente Mauricio Macri y los partidos del PRO, la UCR y la Coalición Cívica de interpretar «las transformaciones culturales muy profundas que se dieron en la Argentina», y que el Estado no se estaba haciendo cargo.

«El debate sobre el embarazo adolescente no deseado, o ahora la cuestión de género, los abusos, estos temas estaban en la sociedad y el estado no se estaba haciendo cargo de estos temas. Cambiemos carece de un manual idelógico como han tando otras fuerzas políticas en el siglo pasado; uno puede pensar que es una fuerza más libre y más pragmática con una mirada más de futuro que intenta estar cerca de la sociedad y sus transformaciones», definió Avelluto. En cambio, contrastó que «el problema del kirchnerismo era que su lectura de la realidad atrasaba y lo que hacía era volver a poner en el presente una intepretación que podía ser válida en los 70 pero no en el siglo XXI».

Como ejemplo del nuevo paradigma de Cambiemos, Avelluto refirió que «este es el gobierno que mayor porcentaje del presupuesto nacional destinó a la inversión y el gasto social», como así también se preocupó por la «reparación histórica» de los jubilados, y estas medidas no responden a las «etiquetas» de liberal o neoliberal, socialista o capitalista.