Regionales

Antes la agresividad era contra la oposición, ahora es entre ellos

Con absoluta seguridad podemos afirmar que los ciudadanos chubutenses nunca presenciaron un espectáculo tan vergonzante como el que están ofreciendo últimamente muchos funcionarios del gobierno provincial, legisladores y representantes de otras instituciones del Estado.

En el oficialismo la agresión a la oposición y a quienes pensaban distinto, siempre fue una constante que ya no sorprendía a nadie. Pero ahora la agresividad se ha instalado con furia en su seno mismo y parece no tener límites. Se ha llegado a agravios inconcebibles, como el efectuado por el fiscal del Estado a un diputado provincial.
En ese putrefacto clima tiene que actuar Mariano Arcioni, que se ha hecho cargo de una pesada herencia, de cuyo origen no hace mucha referencia porque le comprende las generales de la Ley y no quiere herir susceptibilidades. Aunque de alguna forma ya lo ha hecho con algunas designaciones de funcionarios que el dasnevismo puro no digiere.
Frente a ese oscuro panorama, no es nada fácil la tarea de quienes desesperadamente buscan la unidad con miras a las elecciones del 2019, donde el futuro del kirchnerismo estará en juego. Si les resulta difícil convencer a los ciudadanos que son inocentes de los probados e indubitables cargos por corrupción, que tiene a muchos de sus funcionarios encarcelados y a otros procesados, no les será menos fácil convencer que después de tanto maltrato y agravios incalificables, puede esperarse algo convincente. 
El miedo al ostracismo es lo único que los puede unir, pero sería nefasto para el país que hoy está sufriendo las consecuencias de sus pésimos gobiernos.

 

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