Hoy hermanas Aller

Dos guerreras de la vida

Leonor Aller: Me llamo Leonor Aller y me dicen Ñata. Nací en Treorcky, en la zona de Trelew, hace unos poquitos años atrás, hace casi 90 años.

por REDACCIÓN CHUBUT 07/02/2018 - 17.43.hs

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Mi mamá se llamaba Abelina y mi papá Manuel. Ellos habían venido de España, de la provincia de León, vinieron de jóvenes. Mi papá vino primero a Buenos Aires a trabajar por las provincias y mi mamá también vino a trabajar. Mis padres no se conocían en España, eran pueblos cercanos pero no tenían conocimiento uno con otro, y acá en Buenos Aires como había familiares de mi papá se conocieron por ahí. Luego se hicieron novios y vinieron a vivir al valle.
Mamá y papá primero trabajaron alquilando chacras, después compraron una chacrita chica. Luego vendieron esa chacra y compraron otra más grande, la llenaron de frutales, que ahora no queda ninguno de viejos que están. 
Yo tengo una hija y un hijo, y uno que perdí de un año y medio. Primero tuve un hijo que al año y medio falleció, después tuve a Raúl y luego tuve a Eda que vive en Madryn. Tengo nietos y bisnietos, no sé por  qué tantos si soy jovencita (dice entre risas).
Me casé joven, teniendo 22 años, con Nevin Thomas. Vivíamos en la chacra, trabajábamos, vendíamos leche, ordeñábamos vacas, hicimos una casa nueva. Nevin tenía chacra ya cuando nos conocimos que era de su papá, herencia de ellos. Después crié a mis hijos, ellos crecieron, estudiaron en el colegio Camwy de Gaiman y después en Trelew, se casaron, trabajaron.
Hice la primaria, y en ese tiempo eran tan pocos alumnos que no terminaban la escuela, y nosotras hicimos hasta 5° grado únicamente. La escuela era en la zona de Treorcky pero no era la escuela que tenemos ahora la n° 55, sino que era la escuela N° 7 pero estaba mucho más al centro del valle. A nosotros nos quedaba lejísimo la escuela, asique caminábamos o íbamos a caballo o con un sulqui que teníamos. Ibamos todos los días a la escuela, hasta cuando llovía o hacía mucho frío como los de antes, porque comparado con el frío de estas épocas antes hacia más frío. 
En las escuelas no había calefacción, solo una estufita de leña, que para cuando se terminaba de prender la estufa ya terminaban las clases.
Terminé la primaria a los 12 años y trabajaba con mis papás en la chacra. Cuando teníamos 14 o 15 años, nos juntábamos los jovencitos y las jovencitas y bailábamos en las casas particulares de acá nomas, de la zona. Había un club de fútbol, íbamos primero a ver el fútbol, después bailábamos un rato, pero tempranito teníamos que estar en la casa, no podíamos andar tarde. Los viejos eran esos de antes, yo fui una de esas de antes (comenta riéndose). No, yo cuando tuve a mis hijos ya había un poco más de soltura, pero antes si. Pero yo no me puedo quejar, tuvimos una linda juventud.
Nunca me dediqué a una labor en especial. Trabajábamos en la casa con mi papá y mi mamá, cuestión de chacra y después fruta.
Y yo me casé joven y ahí quedaron en mi casa las tres hermanas, yo soy la mayor de ellas. Y eso que dicen que si no se casa la mayor, no se pueden casar las demás hermanas, eso es mentira.
Antes de casarme iba mucho a los bailes. A mi mamá no le gustaba mucho los bailes y además tenía que quedarse por los hijos más chicos. Mi hermano tenía una novia, y como iban con ella al baile nosotros también ibamos pero bajo la responsabilidad de mi hermano. En esos años, cuando yo tenía unos 16 años, había bailes el 24 y 25 de Mayo, el 8 y 9 de Julio, los carnavales que eran tres días de carnaval, es decir, que había bailes cada tanto.
Las fiestas más importantes eran las que organizábamos, como por ejemplo las despedidas de solteras que hacíamos en esa época. En la despedida de soltera hacíamos pic-nic en el día, hacíamos así un día para uno, otro día para otro según la que se iba casando. Lo que pasaba que en las chacras no había mucha gente, pero la poca que había eran familias numerosas y todas tenían hijas o hijos grandes. Nos juntábamos los domingos a la tarde a bailar a la casa de Areyur, y ahí se formaron algunas parejitas.
Antes no se hacía eso del baby shower, y el bebé tenía que nacer estando en matrimonio pero había familias que escondían a los chicos.
Elisa cuenta que cuando ella nació, a Ñata, que tenía 8 años la escondieron porque ella no sabía que estaba embarazada mamá. Después de que la partera me sacó, dice Elisa, Ñata no entendía como me habían traído en esa canastita tan chiquita, lo que era los jóvenes de antes con los de ahora.
Después de casada, yo trabajaba con mi marido. Teníamos vacas, y yo me levantaba a las cuatro de la mañana para ayudarlo a ordeñar. Después venía el lechero y se la llevaba. Eso lo hacíamos con frío y todo, pero teníamos que hacerlo porque queríamos hacer una casa nueva que la hicimos después. Así la luchamos muchos años, más adelante dejamos las vacas y ya mi marido se dedicó a sembrar papas, zapallos y esas cosas, ovejas y dejando ese trabajo tan pesado porque eso de los tambos es esclavo, todos los días tenés que hacerlo. Pero yo no me quejo del trabajo de esos tiempos. Cuando trabajábamos así en la chacra y los chicos eran chiquitos, llegaban los domingos y yo hacía una tortita y nos íbamos a ver el partido de fútbol en la tarde.
Para mí, Gaiman era mucho más pintoresco antes que ahora. Veníamos de la cancha en Gaiman Nuevo y pasábamos por lo de Samso a ver que había en el cine, en cartelera, siempre había películas y lindas. Luego veníamos a la casa y atendíamos a los animales, dejabamos encerrados los terneros para ordeñarlos al otro día y cenábamos y volvíamos al cine. Era una vida más familiar y divertida, todos los vecinos no hacían eso, pero yo y mi marido y algunas familias si lo hacíamos. Eso de ir todos los domingos a ver fútbol, o sino a ver carreras de caballos o hacíamos algo. Éramos jóvenes y nos divertíamos, pero la juventud de hoy pareciera que viven aburridos, nosotros no teníamos tiempo de aburrirnos.
Me gusta viajar, he viajado mucho. Viajé con los jubilados, con mi sobrino también viajamos por toda la República casi, estuvimos en Córdoba como 15 días y después con los jubilados, ahora hay un viaje a Chile y no voy porque estoy reponiéndome del golpe que tuve y además que yo ya conozco la parte a la que van de Chile, y para el lado del norte nunca fui. Algo que me gustaría hacer antes de que me vaya es viajar en avión, ya que no he viajado porque Carlos me lo prometió. Con Elisa he viajado a veces y con mi otra hermana, Porota, que ahora esta media caidita hemos hecho muchos viajes, pero ahora hace unos 5 años atrás ella no quiso viajar más asi que yo sigo viajando igual. El año pasado fuimos a Los Antiguos, que era verano y hacia mucho frío en el Chalten, mucho antes fui a Las Cataratas, después a Río Hondo, a Mendoza, Córdoba, Tucumán.

 

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Anecdotas…
Nosotros vivíamos al lado de la escuela N° 55 e íbamos a la escuela donde está la capilla galesa de Treorcky, y a veces ibamos a pie y a veces a caballo. Un día íbamos las 4 arriba de un caballo, cuando estábamos llegando a la casa, a Porota que iba manejando se le dio por pegar la vuelta. Los Pascual, que después pasaron  a ser familia nuestra, tenían un petiso y pasaron con el petiso a toda furia al lado nuestro y el caballo de nosotros era mansote pero pegamos el salto y pasamos para el otro lado las cuatro. Todas estábamos llorando, re afligidas y enojadas con los Pascual. Nuestro caballo era mañero, para subirnos nos acercábamos a un alambrado y ahí subíamos.
En la escuela de Treorcky, cuando yo iba, no había agua, no había gas. Las maestras venían, una de Gaiman y la otra de Trelew. El edificio ese lo había regalado La Anónima. Ibamos a buscar agua a la casa de un vecino que había, los varones eran los encargados de ir a buscar agua y todos con una sed increíble en verano esperando que vengan con los baldes de agua y nosotros veíamos que ellos se reían mucho los varoncitos que tenían 10 años mas o menos, eran picarones, orinaban adentro del agua y nosotros con la sed que teníamos, lo tomabamos de ignorantes que no sabíamos pero aunque nos hubieran dicho la tomábamos igual.
Maldad individual no tengo porque siempre fui buena, picardías si. A mí lo que me gustaba siempre era ir a los bailes, estar con mucha gente o ir a comer un asado, siempre estaba dispuesta, yo preparaba las ensaladas, hacia las cosas, pero a mi hermana, la que me sigue que es Bernardina (Porota), nunca le gusto eso de salir o estar con mucha gente. Ella siempre me acompañaba para todos lados igual.
Todos me decían, por qué te pusieron Ñata a vos si no tenes nada de Ñata. Pero sabes la chochera que tendrían todos los viejos, teníamos tres hermanos, cuando decían hay viene ñatita. Decían, mira la ñatita que tenemos.
 

 

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