Regionales

El pueblo no cree en la inocencia del Chusoto

Para desconsuelo de muchos que adhirieron con las mejores intenciones al Chusoto, es evidente que buena parte de la sociedad chubutense no cree en la inocencia que declama con relación a la severa investigación que los fiscales Rodríguez y Williams están llevando a cabo contra media docena de funcionarios que fueron de la más íntima confianza del extinto gobernador Mario Das Neves.

 Algunos de los cuales tenían en el entorno del mismo, una relación cuasi familiar. Y no cree, precisamente, porque el saqueo ya estaba ocurriendo en momentos que, si bien el ex mandatario ya estaba sufriendo la cruel enfermedad que lo llevó a la tumba, se aseguraba que no le impidiera seguir cumpliendo normalmente y en plenitud su actividad oficial, lo que realmente demostraba con la intensa actividad que desarrollaba. Y que desarrolló hasta pocas horas de su muerte. Por otra parte, y en abono de lo expuesto, cabe recordar la enérgica reacción del entorno oficialista, e incluso de sus familiares, cuando alguien se atrevía a dudar de que esa normalidad sea cierta. El diputado provincial Alfredo Di Filippo fue atacado sin piedad cuando apelando a antecedentes internacionales en casos similares, sostenía que la salud del mandatario era cuestión que no se podía mantener oculta. Además, y con respecto a la inocencia que pretenden instalar, en los últimos días, en la investigación que se está realizando han aparecido cheques en blanco firmados por el ex gobernador en manos de Diego Correa a quien se sindica como el jefe de la banda que llevaba a sus cuentas personales el dinero que hoy falta en los comedores escolares, en los hospitales, en los servicios públicos y que ha obligado al gobierno provincial pagar en cuotas el sueldo a sus empleados. De confirmarse que las firmas en esos cheques es auténtica, sería una prueba contundente que la ignorancia alegada no era tanta. Que al asumir Arcioni se han multiplicado las acciones delictivas de los encausados, es cierto. Pero evidentemente ya existían antes. El poder de los actualmente encarcelados era tanta, según declaraciones públicas del Intendente de Comodoro Rivadavia, Carlos Linares, lo habían cercado y le impedían al ingreso al despacho oficial. Y para que les dejara el campo expedito para sus fechorías -dice Linares-, lo mandaban al interior provincial para entregar premios del Telebingo. Ahora Arcioni ha tomado «el toro por las astas» y hasta ha cambiado el tono de sus discursos. En su afán de mimetizarse con el partido que lo convirtió en político, apela al término de «miserables», que usaba con frecuencia Das Neves cuando se refería a los radicales.

 

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