Carta del Lector

«Dios les da hijos especiales a padres especiales»

Sr. Director:
La discapacidad para mí es como una habitación la cual abrimos y no sabemos que nos podemos encontrar. Algunos caminan en la oscuridad ira, rencor, odio, tristeza, miedo, pero yo, elijo encender la luz y pedirle a Dios que ilumine nuestro camino que allí vamos.

por REDACCIÓN CHUBUT 01/04/2018 - 00.00.hs

Hoy puedo decir que tengo el honor de tener a un hijo especial.
Creo que es lo más cercano a Dios que puedo estar. Dios nos da fortaleza, sabiduría y esperanza a nuestras vidas. Dios les da batallas a sus mejores guerreros y nos ayuda a cuidarlos cuando tenemos una actitud positiva, si tenemos a Dios en nuestros corazones tendremos paz interior. Creo que Dios ve a través de sus ojos, al que lo trata bien y al que lo discrimina también. 
Dios nos bendice para que les demos fuerzas a otras familias que también lo necesitan. Todos los niños especiales tienen un poco de Dios. Nuestros hijos especiales nos bajan un pedacito de cielo a la tierra, a nuestro hogar, ellos nos enseñan hacer las diferencias, es emocionante y a veces divertido, ellos nos llevan a varios desafíos.
Mi hijo especial con una simple sonrisa consigue todo, cuando estamos cerca de Dios sentimos qué tenemos una armadura que todo lo soporta, cuando abrazo a mi hijo especial, yo siento que toco el cielo con las manos. 
El diablo es una piedra de tropiezo para nuestro camino, por eso antes de pensar o tomar alguna decisión debemos orar. Muchas veces tenemos días grises, pero ellos tienen un brillo muy especial, él es grandioso, todo un guerrero de la vida y yo solamente soy su caballito de batalla. 
Es normal que llegue el día en que un hijo se vaya de su casa, pero con un hijo especial siempre nos hacemos la gran pregunta. ¿Qué será de ellos cuando no estemos nosotros?.
Los niños muy especiales no tienen pecado por eso tienen el reino de Dios asegurado. Ellos son personitas extraordinarias que ponen color a nuestras vidas y compartimos un mundo distinto juntos. Cuando hablo de él, yo siento que habla mi alma, no encuentro palabras que refleje tanto amor especial. 
Siempre le pido a Dios y no pierdo la fe de que algún día sucederá ese milagro tan esperado y su vida podrá cambiar, él vino a este mundo con un propósito, el de darles fuerza a familias que lo necesitan y vino con un «don muy especial « el de impactar en los demás. A veces la gente piensa que al llevar una silla de ruedas es como llevar una cruz... y yo les digo que si Jesús llevó la cruz por el mundo, cómo no lo voy hacer yo por mi hijo especial.

 

José Miranda Aguilar
DNI 25.710.719
 

 

¿Querés recibir notificaciones de alertas?