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Lula recibe la primera visita de su familia desde que está preso

El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva recibió hoy la primera visita de su familia desde que fue encarcelado el sábado pasado en la sede de la Policía Federal de la sureña ciudad de Curitiba para cumplir la pena de 12 años de cárcel por corrupción, informaron fuentes oficiales.

por REDACCIÓN CHUBUT 12/04/2018 - 13.36.hs

Algunos de sus hijos y nietos llegaron en auto a uno de los accesos del recinto y entraron a pie para visitar al exmandatario, recluido en una celda de 15 metros cuadrados.
En el grupo estaba también Cristiano Zanin Martins, uno de los abogados de Lula, quien gobernó Brasil entre 2003 y 2010 y tomo la decisión -junto a su partido el PT- de mantener su candidatura a las elecciones presidenciales del próximo octubre.
El reglamento de la sede policial de Curitiba permite recibir visitas sólo de familiares y los miércoles, pero en este caso las autoridades decidieron trasladar al jueves la cita por "cuestiones de seguridad", indicó la agencia de noticias EFE.
Los familiares pueden llevar a los internos "ropas" y "algo de comer" previa fiscalización de los agentes que vigilan a la veintena de reclusos confinados en ese local, siete de ellos por el escándalo de corrupción destapado en la petrolera estatal Petrobras, por el que también fue condenado Lula, en un polémico proceso criticado por los adherentes del ex presidente. 
El expresidente ingresó en prisión en cumplimiento de la orden judicial dictada el pasado jueves por el juez federal Sérgio Moro, responsable de las investigaciones del caso Petrobras en primera instancia.
Desde entonces, la Policía Militarizada instaló un perímetro de seguridad de unos 100 metros a cada lado de la sede policial y solo permite el acceso a moradores de la zona, personal autorizado, periodistas y personas que tengan cita para realizar algún trámite burocrático.
En uno de los extremos del perímetro, más de 500 simpatizantes del líder del Partido de los Trabajadores (PT) instalaron el campamento "Lula Libre" con perspectivas de permanecer allí hasta que sea liberado su líder.
Moro condenó a Lula el año pasado a 9 años y 6 meses de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero tras considerar comprobado que el expresidente se benefició de las corruptelas en Petrobras por medio de la cesión de un lujoso apartamento en el litoral paulista.
El magistrado se basó en el régimen de delación premiada, con el que el empresario Leo Pinheiro, titular de la constructora OAS, consiguió así la reducción de su pena. 
La sentencia fue ratificada en segunda instancia por el Tribunal Federal 4 de Porto Alegre, que además amplió a 12 años y un mes la condena de Lula, admitiendo la falta de pruebas y fundando la decisión en "la convicción nacida del conjunto de indicios".
Lula, que encabeza todos los sondeos de cara a las elecciones del próximo octubre, acumula otros seis procesos penales abiertos en la Justicia, la mayoría por sospechas de corrupción.
No obstante, su candidatura, que fue ratificada por el PT tras su ingreso en prisión, está en el aire ya que, según las normas brasileñas, los condenados en segunda instancia no pueden presentarse a cargos electivos.

 

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