Regionales

Indignación con «los cantores de las cosas nuestras»

En los círculos más íntimamente vinculados con lo que queda del Chusoto, y especialmente en el seno de la familia del ex mandatario creador y líder indiscutido de ese partido provincial, cunde la indignación con «los cantores de las cosas nuestras»

Que como parodiando a un cantor popular de notable éxito en décadas pasadas, llaman a quienes fingiendo una insostenible inocencia, alegan ignorancia de los graves hechos de corrupción que se están investigando y que tiene como principal protagonista a Diego Correa, que está preso junto a otros considerados sus cómplices. La indignación no sólo alcanza a quienes ya se sabe que aportaron pruebas que han resultado convincentes para los investigadores, sino también a los que ante las dudas sobre el futuro de ése que fue un exitoso partido provincial, ya están buscando otros espacios de los que estaban seriamente distanciados, para ser tenidos en cuenta cuando llegue el momento de la repartija de cargos electorales. A todos ellos los une la misma preocupación: no estar en las listas de los beneficiados con los aportes de dineros robados al Estado, que generosamente hacía el hoy vilipendiado Correa. Y ruegan a sus santos predilectos, que pierda la memoria cuando esté sentado frente al magistrado que lo indagará.
Sin duda alguna que quien ha sido más afectada por la conducta de los émulos de Judas Iscariote, ha sido la familia del extinto mandatario, donde esa indignación se ha convertido en un visceral odio, tanto hacia quienes ahora, como dice un viejo tango «se florean con gambetas» para no quedar pegados, como los que se han acercado al gobierno, de cuya lealtad dudan. Y también alcanza a los que sin otra representación que intereses personales, se han lanzado a negociaciones con fuerzas políticas de similar origen, pero con las que había un divorcio que parecía ser irreconciliable.
María Victoria Das Neves, la activa y temperamental hija del ex gobernador, no pierde oportunidades ni desecha medios para expresar públicamente ese desencanto con quienes fueron considerados como miembros de la misma y a muchos de ellos sacó del anonimato con funciones públicas de relevancia. Y ahora, con sus actitudes y silencios, se han sumado cínicamente a quienes acusan a sus gobiernos de ser los principales protagonistas del mayor escándalo de corrupción que se conoció en el Chubut y que en estos momentos está investigando la Justicia. Haciendo abstracción de las motivaciones y teniendo en cuenta entrañables sentimientos humanos perfectamente comprensibles, no se puede negar legitimidad a la reacción que en estos momentos tiene Mariví frente a la traición de quienes comieron de su mismo plato.

 

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