Perrera al límite: unos 50 perros esperan ser dados en adopción

Se trata de canes que en algunos casos ingresaron recientemente, y que se suman a la lista de perros que permanecen hace años.
Maxi Rivadeneira, quien lleva ya 18 años trabajando en la perrera, confió ayer que “entre cachorros y perros que no han venido a retirar los dueños tenemos alrededor de 55 perros. Y últimamente esta es la cantidad habitual, así que por suerte tuvimos mejoras edilicias en la perrera que permitieron tener algunos perros más”. 

Subrayó que “si tuviéramos lugar para 100 perros, tendríamos 100 perros más porque mucha gente no se hace responsable y nos trae las camadas de cachorros, o no operan a las perras. En esto la responsabilidad es de los dueños, y si tanto queremos a los perros como publican en las redes sociales, no hay que dejar los perros en la calle”.

Rivadeneira aclaró que hay perros que llevan 5 ó 6 años, “son perros que nunca fueron retirados y se quedaron a vivir en la perrera. Tenemos a Cristina que lleva 15 años con nosotros, y sigue firme a pesar de las cosas malas que le pasaron, porque hasta fue quebrada a piedrazos por chicos que entraron a hacer daño”.

Asimismo, explicó que “a la perrera llegan cachorros todos los días, incluso a veces tenemos que negarles la posibilidad de recibir los cachorros por falta de espacio. Y eso no tiene que ver tanto con la comida, sino más bien por la falta de lugar.  Hay gente que trae a su perro o porque es viejo, o porque no lo quiere más, o se armó de un cachorro nuevo. Pero eso no es responsable ya que después nos cuesta mucho dar en adopción a ese perro grande. Lo ideal es criar al perro toda la vida, y no dejarlo cuando se pone viejo”.

ESPACIO ACOTADO 
Al día de hoy “estamos al límite de la capacidad por el lugar que disponemos. Tenemos gente que colabora con comida silenciosamente. Y el Municipio provee alimento para todos los días. La crisis no se está sintiendo porque hacemos todo lo posible dentro de lo que tenemos.  De los más de 50 perros que hay en la perrera tenemos 10 que ya viven acá, otros capturados que esperan que los vengan a buscar sus dueños y que si no vienen van a ser dados en adopción”.

Rivadeneira hizo hincapié en que “normalmente los dueños no retiran sus perros y se terminan dando en adopción. Hay muchos perros que después son donados para el campo, o incluso para otras localidades. Hemos donado perros a la Policía Federal, a Gendarmería Nacional. Tenemos el orgullo de un perro que lo entrenaron y ahora se hizo policía y detecta drogas”.

Por último, para los interesados, la recomendación dijo que es acercarse a la oficina de Zoonosis que funciona en Irigoyen justo antes de pasar el puente que cruza el arroyo Esquel.