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La ONU acusó al gobierno y oposición siria de cometer crímenes contra la humanidad en Ghouta Oriental

Un informe elaborado por las Naciones Unidas y presentado hoy consideró que tanto las fuerzas gubernamentales sirias como los grupos armados opositores, incluidos las agrupaciones extremistas, cometieron "crímenes de guerra y contra la humanidad" durante el largo asedio y la reciente batalla final por el control de la región siria de Ghouta Oriental.

por REDACCIÓN CHUBUT 20/06/2018 - 13.46.hs

"Crímenes de guerra generalizados cometidos por todas las partes", esa fue la lapidaria conclusión a la que arribó la Comisión Internacional de Investigación de la ONU para Siria sobre el desarrollo de la ofensiva final sobre la región siria que supo ser el último gran bastión opositor.
En rigor, el informe analiza las consecuencias del asedio gubernamental sobre Ghouta Oriental que se desarrolló entre 2013 a 2018, y que según la ONU fue "el más largo de la historia moderna".
En el momento en el que Damasco declaró el fin de la ofensiva, el pasado 14 de abril, había unas 140.000 personas desplazadas y, según cálculos extraoficiales, más de 1.200 civiles perdieron la vida.
La Comisión de la ONU, creada por el Consejo de Derechos Humanos para investigar las violaciones de derechos humanos cometidas en Siria desde 2011, señala en su informe que "entre febrero y abril, la intensa campaña de las fuerzas progubernamentales para recuperar el control de Ghouta Oriental estuvo marcada por crímenes de guerra generalizados cometidos por todas las partes" enfrentadas.
Por parte de los grupos armados y organizaciones yihadistas se cometió -mediante su respuesta bélica contra la ciudad de Damasco y Damasco Rural y sus ataques de represalia- el crimen de guerra de difundir terror entre la población civil y el del lanzamiento de ataques indiscriminados, sostiene la Comisión.
"Durante todo el asedio, los grupos armados también de forma regular arrestaron arbitrariamente y torturaron a civiles en Duma (...), cometiendo el crimen de guerra del trato cruel, inhumano para la dignidad personal y el de la tortura", indica.
En cuanto a las fuerzas progubernamentales, la Comisión afirma que durante la operación militar la naturaleza de las armas empleadas, en áreas civiles densamente pobladas, aterrorizó a los residentes asediados".
"Existe una base razonable para creer que las fuerzas progubernamentales cometieron el crimen de guerra de pretender difundir el terror entre la población civil asediada", indica.
En opinión de la Comisión, las tropas del presidente sirio Bashar al Assad, cometieron el "crimen de guerra de lanzar ataques indiscriminados" y "violaron el derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de las personas".
Las tropas sirias dejaron además "diezmadas viviendas, mercados, hospitales" y centros médicos en bombardeos diseñados intencionadamente, algo que constituye el crimen de guerra de lanzar deliberadamente ataques contra objetos protegidos y de atacar a propósito personal médico.
En general, las tácticas de las tropas sirias durante su campaña militar consistieron en "castigar a los habitantes y obligar a la población a rendirse colectivamente o morirse de hambre".
En aquel momento al menos 265.000 sirios que aún permanecían en el enclave asediado se vieron afectados por estas prácticas.
El Ejército sirio privó "deliberadamente de alimentos" a los civiles de esa región, al "denegarles ayuda humanitaria", "denegó evacuaciones médicas" y lanzó "ataques indiscriminados tanto con armas convencionales como con prohibidas contra áreas civiles".
En este sentido, la Comisión considera que las fuerzas de Al Assad perpetraron un "crimen contra la humanidad" por haber cometido actos inhumanos contra la población, causándoles a los habitantes "un grave sufrimiento físico y mental".
Los expertos de la Comisión de la ONU recibieron además evidencias del posible uso de armas químicas en tres ocasiones entre febrero y abril, si bien en dos, donde se sospecha que se empleó gas cloro -en Al Shayfouniya y en un área entre Saqba y Hammouriyeh- "no fue posible obtener suficiente material probatorio".
Sobre el presunto ataque químico efectuado contra Duma el 7 de abril, en el que fallecieron al menos 70 personas y tuvieron que ser atendidas 500 personas con síntomas de exposición a agentes químicos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Comisión resalta que "las pruebas disponibles son mayoritariamente congruentes con el uso de cloro".
Los expertos añaden sin embargo que ello en sí mismo "no explica otros síntomas observados que son más congruentes con el uso de otro agente químico, lo más probable un gas nervioso".
La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) debe aún presentar su informe al respecto, después de haber recogido material y datos en la localidad y enviado las muestras a sus laboratorios y a otros para dos análisis distintos.

 

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