Regionales

Las fuerzas del mal

Hace unos días la hermana Pelloni, estando en un programa televisivo,  manifestaba que la droga ya llega a los ámbitos de la Justicia, la Policía y el Estado mismo.

Entendemos que para hacer una afirmación de este tipo debe estar bien documentada, ya que esta luchadora de las causas nobles, tiene experiencia en el tema de desenmascarar hechos tales como la Trata de personas, actos de corrupción y otros de corte mafioso. Todo esto que ocurre no solo en la Argentina, sino en todas partes, no hace más que demostrarnos el rumbo que ha tomado el mundo de la delincuencia, que pareciera que cada día se expande más.
En otro canal televisivo, unos días después, se comentaba que un joven de 18 años había asaltado a una señora octogenaria, y al día siguiente, intentando hacer lo propio con una casa, se introdujo a ella y en una lucha que se entabló con sus propietarios terminó asesinando a una también joven, agente de policía. Investigado el hecho se comprueba que el asesino se encontraba bajo los efectos de estupefacientes y que a tan temprana edad ya resultaba una piltrafa humana.
En ese mismo espacio de la televisión otra nota periodística, procedente de la provincia de San Juan, comentaba el efecto que está causando en parte de la sociedad la droga, y señalaba que la cosa ha llegado a niveles donde niños de 6 años ya se drogan. ¿Cómo puede ocurrir esto? Indudablemente la sombra destructora de tráfico ya ha llegado a todos los rincones de la sociedad.
Desde ya que para que esto ocurra los participantes de los ilícitos no solo obran por sí, sino que también deben estar amparados por muchos factores, como ser la desprotección de las fronteras y el armado interno de toda una trama que es compuesta por participantes de diversos ámbitos, donde van desde las «cocinas» hasta la distribución por pequeños grupos de los llamados «mulitas». Pero también en otros lugares no santos que abarca desde los más «graneado» de la sociedad hasta el más humilde pibe de las villas.
Y este flagelo ha avanzado tanto, que casi resulta incontrolable, y es madre de las más diferentes formas de degradación del ser humano que cae en sus redes. Porque a decir de los entendidos una vez que el individuo entra en las garras de las drogas debe tener una voluntad de hierro para salir de ellas, pero así y todo no son muchos los que escapan a sus efectos dependientes, ya que parece ser que los efectos de la drogadicción son tan atrapantes que es difícil su liberación.
En un mundo donde los problemas crecen todos los días, es muy probable que de no mejorar la situación en forma radical, podamos ver en el futuro una legión de descontrolados que al amparo de la droga, vaguen por la tierra sin rumbo fijo, unos enloquecidos por sus efectos y otros causando estragos difíciles de describir.
¿Podrán todas las campañas que se hacen para frenar este flagelo, lograr algún avance que dé respuesta a un mundo mejor?

 


 

¿Querés recibir notificaciones de alertas?