Mataron a un chico de 15 años en Playa Unión y el asesino se fue a entregar a la Comisaría

El criminal sacó un cuchillo de regulares dimensiones, se lo clavó en el tórax y se fue del lugar. Cuando llegó el primer patrullero, respondiendo a un llamado al 101, que denunciaba una refriega callejera con un herido de arma blanca; el chico ya estaba fallecido. Tenía el puñal incrustado en el tórax y al lado de él había otro muchacho llorando desconsoladamente que fue trasladado en carácter de demorado a la Comisaría. A las pocas horas, una vez que contó su versión de lo sucedido, recobró la libertad. Al igual que un joven al que la policía había arrestado como un eventual sospechoso.

UN DETENIDO Y UNA CONFESION
El único preso judicial que tiene el caso es un sujeto de 29 años, oriundo de José de San Martín, con el que hoy antes del mediodía se haría la audiencia de control de detención en la Oficina Judicial de Rawson. Sería quien apareció en la Comisaría diciendo «Maté a uno, maté a uno», casi al mismo tiempo en que las autoridades se dirigían al lugar del crimen. 
El homicidio ocurrió minutos después de la medianoche del lunes (ya en la madrugada de ayer) en las inmediaciones de la rambla de Playa Unión; en la esquina de Bustamante y avenida Guillermo Brown. En ese momento, ese sector de la villa balnearia estaba repleto de gente, pero pese a ello a la policía le costó mucho conseguir testigos.
El fallecido se llamaba Walter Oyarzo, tenía 15 años, según la policía y vivía en Trelew. Un conocido suyo contó que jugaba al fútbol en novena división en el Club Huracán y que no era «un pibe malo». 
El joven aseguró que se había cruzado con él en la playa unos minutos antes de enterarse de su muerte. «Entrenaba conmigo; era jugador del club Huracán. Tenía sus mambos, pero no por eso tendría que haber sufrido esto; y menos por un trago», afirmó.
Este muchacho sostenía en ese momento que a su amigo lo habían matado por no convidar un trago de cerveza, una de las primeras versiones que sobrevoló el caso. «Debe haber estado sentado y ahí pasó todo», presumió, mientras miraba hacia el lugar en donde la policía -en ese momento- realizaba pericias y sacaba fotos en el sitio en donde se hallaba el cuerpo de la víctima, tapado con una bolsa de nylon de color negro. 
- ¿Es cierto que lo habías visto momentos antes? Se le preguntó. «Sí. Me saludó en el anfiteatro (a metros del lugar del crimen). Andaba con un chico de campera azul que era el que estaba llorando al lado.

DESESTIMAN HIPOTESIS DEL ROBO
- O sea que según lo que vos decís, ¿El asesino pasó le pidió un trago y como se lo negó lo apuñaló? Le consultó este diario. «Claro. Para mí sí», dijo. Luego, insistió con que «era un muy buen pibe».
La Policía desestimó que haya sido víctima de un intento de robo porque precisamente esa fue una de las primeras versiones que también se escuchó. Algunos conocidos de él -incluso por las redes sociales al dar cuenta de su muerte- aseguraban que le habían querido sustraer una mochila y que al resistirse lo habían apuñalado. 
El comisario Villagrán -jefe de la Comisaría de Playa Unión- habló con EL CHUBUT cuando aún su personal se encontraba trabajando en el lugar y dio un sucinto detalle de lo acontecido. Dijo que ellos se dirigieron al sitio teatro de los hechos; hacia la rambla, ni bien recibieron la denuncia de que allí se había producido una pelea y que uno de sus protagonistas estaba herido de arma blanca. 
«Mientras esto acontecía se presentó en la dependencia una persona que refirió en forma espontánea haber participado en el hecho de sangre. Al mismo tiempo el personal llegaba al lugar y constataba el deceso de la víctima, un joven de unos 15 años», consignó Villagrán.  

UN CRUEL HOMICIDIO
En ese instante eran tres los demorados por el artículo 215 del Código de Procedimientos, que faculta a la policía de arrestar a todo aquel que considere sospechoso o posible testigo de un ilícito. Villagrán cuando fue interrogado sobre el posible móvil del homicidio -en ese momento- aseguraba no tenerlo en claro, pero ya desmentía la posibilidad de que se haya producido la muerte en medio de un asalto callejero. 
Cuando el jefe policial fue preguntado sobre la cantidad de puñaladas que había recibido el chico confirmó que el asesino le había dejado el cuchillo clavado en el tórax y que hasta que no se hiciera la autopsia no tendría con exactitud si era una o varias.
El ministro de Gobierno Federico Massoni estuvo en el lugar y cuando se retiraba habló también brevemente con este diario. Massoni aportó el dato que la víctima «era trapito» en Trelew y al consultársele sobre la herida que le había provocado la muerte especificó: «En principio tiene una sola puñalada, el cuchillo todavía está incrustado en la zona toráxica del lado del corazón y esa habría sido la lesión mortal», indicó. 
El cuerpo del joven fue entregado ayer después del mediodía a sus familiares y hoy le darían cristiana sepultura. Un dato llamativo periférico a este dramático caso es que el chico asesinado era hermano de una mujer que actualmente está presa por el horrendo crimen Rosa Acuña, la muchacha de 25 años a la que a principios de setiembre del año pasado quemaron viva en un descampado de la zona del parque industrial, en el sector oeste de Trelew. Ayer la llevaron al velorio del muchacho.