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El clásico San Lorenzo-Huracán terminó con un empate en cero
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El clásico San Lorenzo-Huracán terminó con un empate en cero

Buenos Aires, (Télam). San Lorenzo mostró destellos del buen juego que propone su entrenador, Jorge Almirón, pero no pudo doblegar al Huracán del debutante Antonio Mohamed, que se pareció mucho al anterior de Gustavo Alfaro, y por ello el clásico pendiente de la 13ra. fecha terminó igualado sin goles en el Nuevo Gasómetro, donde una multitud acompañó al equipo local.

Por REDACCIÓN SUPERDEPOR

De los dos equipos, en el que se notó el cambio de técnico por lo hecho desde el arranque mismo del partido, desde la propuesta a partir del primer silbatazo de Andrés Merlos, fue en San Lorenzo, ya que en Huracán la impronta en su cuarto ciclo en el club del «Turco» Antonio Mohamed pasó inadvertida.
Lo mano de Jorge Almirón, que cuenta a favor con un tiempo más de trabajo que su colega, se vio en lo que es su característica y su ideal futbolístico: posesión, traslado a dos toques, salida siempre prolija y con pases cortos desde los pies del arquero, siempre dueño del primer pase, y presión alta empezando por los delanteros.

Por eso uno de los dos arqueros debutantes en el encuentro (ambos tuvieron buenas presentaciones), Fernando Monetti, se paraba en tres cuartos de campo rival, enviando a los centrales hasta la mitad de la cancha, y así San Lorenzo se apropiaba del dominio del balón hasta ingresado al campo rival.
Mientras tanto Huracán, que le cedía casi media cancha a su rival, en una postura muy similar a la del técnico anterior, Gustavo Alfaro, buscaba achicar espacios hacia atrás y salir con alguna contra para Lucas Gamba y el debutante también retornado al club de Parque de los Patricios, Lucas Barrios, en cuyos pies y cabeza estuvieron las dos opciones de gol más claras de su equipo, ambas bien obturadas por Monetti.

Y por esta configuración de Huracán fue que San Lorenzo pudo lucir parte del fútbol que pretende Almirón, tanto cuando encontraba los espacios como cuando no lo hacía y debía empezar otra vez con la circulación.
Y en este ítem San Lorenzo tuvo una muy buena noticia y fue la que le brindó Fernando Belluschi haciéndose eje de la misma y metiendo pases filtrados que siempre fueron verdaderas puñaladas para la última línea visitante, dejando mano a mano a Nicolás Blandi en tres oportunidades y a Rubén Botta en otra. En tres de ellas se lució el arquero paraguayo Anthony Silva.

Pero el fútbol que proponen técnicos como Almirón hace que se rompan moldes y estereotipos, como por ejemplo que una expulsión cambia el rumbo y las sensaciones de un partidos. En este caso el «Ciclón» perdió a Fabricio Coloccini por un pisotón a Israel Damonte que solamente Merlos vio, después de hacer una «marianela», típica jugada de doble pisada con giro sobre el mismo eje, que terminó rozando la «panza» del huracanense.
El debutante mediocampista colombiano Raúl Loaiza, que con su despliegue se ganó los primeros aplausos de la multitud da hinchas de San Lorenzo que llegó hasta el Nuevo Gasómetro, ilusionada con un tiempo de mejor fútbol para su equipo. 

Y no se fue defraudada la hinchada «azulgrana» con sus jugadores ni con lo que propone su entrenador, porque más allá del buen trato de balón, siempre mira el arco de enfrente, como cuando promediando el segundo tiempo hizo ingresar a otro debutante colombiano, Gustavo Torres, a quien junto a Loaiza trajo de Atlético Nacional, de Colombia, por Rubén Botta. Pese a jugar con 10 hombres, entró un mediapunta por un volante ofensivo.  

 

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El clásico San Lorenzo-Huracán terminó con un empate en cero

Buenos Aires, (Télam). San Lorenzo mostró destellos del buen juego que propone su entrenador, Jorge Almirón, pero no pudo doblegar al Huracán del debutante Antonio Mohamed, que se pareció mucho al anterior de Gustavo Alfaro, y por ello el clásico pendiente de la 13ra. fecha terminó igualado sin goles en el Nuevo Gasómetro, donde una multitud acompañó al equipo local.

Los de Boedo dejaron mejor imagen pero no pudieron sacar ventaja en el marcador frente a su clásico rival. 

De los dos equipos, en el que se notó el cambio de técnico por lo hecho desde el arranque mismo del partido, desde la propuesta a partir del primer silbatazo de Andrés Merlos, fue en San Lorenzo, ya que en Huracán la impronta en su cuarto ciclo en el club del «Turco» Antonio Mohamed pasó inadvertida.
Lo mano de Jorge Almirón, que cuenta a favor con un tiempo más de trabajo que su colega, se vio en lo que es su característica y su ideal futbolístico: posesión, traslado a dos toques, salida siempre prolija y con pases cortos desde los pies del arquero, siempre dueño del primer pase, y presión alta empezando por los delanteros.

Por eso uno de los dos arqueros debutantes en el encuentro (ambos tuvieron buenas presentaciones), Fernando Monetti, se paraba en tres cuartos de campo rival, enviando a los centrales hasta la mitad de la cancha, y así San Lorenzo se apropiaba del dominio del balón hasta ingresado al campo rival.
Mientras tanto Huracán, que le cedía casi media cancha a su rival, en una postura muy similar a la del técnico anterior, Gustavo Alfaro, buscaba achicar espacios hacia atrás y salir con alguna contra para Lucas Gamba y el debutante también retornado al club de Parque de los Patricios, Lucas Barrios, en cuyos pies y cabeza estuvieron las dos opciones de gol más claras de su equipo, ambas bien obturadas por Monetti.

Y por esta configuración de Huracán fue que San Lorenzo pudo lucir parte del fútbol que pretende Almirón, tanto cuando encontraba los espacios como cuando no lo hacía y debía empezar otra vez con la circulación.
Y en este ítem San Lorenzo tuvo una muy buena noticia y fue la que le brindó Fernando Belluschi haciéndose eje de la misma y metiendo pases filtrados que siempre fueron verdaderas puñaladas para la última línea visitante, dejando mano a mano a Nicolás Blandi en tres oportunidades y a Rubén Botta en otra. En tres de ellas se lució el arquero paraguayo Anthony Silva.

Pero el fútbol que proponen técnicos como Almirón hace que se rompan moldes y estereotipos, como por ejemplo que una expulsión cambia el rumbo y las sensaciones de un partidos. En este caso el «Ciclón» perdió a Fabricio Coloccini por un pisotón a Israel Damonte que solamente Merlos vio, después de hacer una «marianela», típica jugada de doble pisada con giro sobre el mismo eje, que terminó rozando la «panza» del huracanense.
El debutante mediocampista colombiano Raúl Loaiza, que con su despliegue se ganó los primeros aplausos de la multitud da hinchas de San Lorenzo que llegó hasta el Nuevo Gasómetro, ilusionada con un tiempo de mejor fútbol para su equipo. 

Y no se fue defraudada la hinchada «azulgrana» con sus jugadores ni con lo que propone su entrenador, porque más allá del buen trato de balón, siempre mira el arco de enfrente, como cuando promediando el segundo tiempo hizo ingresar a otro debutante colombiano, Gustavo Torres, a quien junto a Loaiza trajo de Atlético Nacional, de Colombia, por Rubén Botta. Pese a jugar con 10 hombres, entró un mediapunta por un volante ofensivo.  

 

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