Regionales

Los dineros públicos del Chubut en el exterior

Es probable que en los momentos de crisis se produzca un sentimiento de nostalgia. De aquellos buenos momentos cuando el barril de petróleo estaba a grandes alturas y las regalías ingresaban a raudales, y donde los discursos se volvían empalagosos de tantas palabras dulces.

Pero vivir del pasado no tiene sentido porque no sirve. Salvo que sea para analizar hechos, que ya son historias, demostrativos de conductas que no son apropiadas cuando el manejo no es el del patrimonio propio. Un patrimonio de todos los chubutenses se convierte en dinero público y, cuando se gasta mal, debe por lo menos saberse el porqué. Ello más allá de las responsabilidades que tanto la Constitución como el Código Penal, independientemente de las sanciones administrativas derivadas del control de las cuentas, deben ser aplicadas. Por supuesto, luego de la pertinente investigación. 
Hoy me vienen a la memoria dos acontecimientos que creo nunca han tenido una explicación, que genere certidumbre y mucho menos justificación. En este momento, por lo menos hasta ahora, los dineros públicos se han volatilizado. Son muchos y para cuantificarlos habría que tener elementos que hoy por hoy son celosamente guardados. 

 


¿Por qué establecimos una Casa del Chubut en París, Francia? ¿Qué sentido tenía? ¿Cuáles eran los objetivos? ¿Se lograron para los intereses provinciales o para los intereses de unos pocos? 
¿Por qué la Provincia ingresa en el proyecto Ingentis? ¿Por qué se incorporan acciones de Petrominera cuando ya el proyecto no se materializaba? ¿Por qué se liquidó la sociedad y qué bienes le quedaron a la Provincia? ¿Le quedó a la Provincia una turbina de gran valor para la generación de energía que nunca se utilizó? ¿Dónde se encuentra la turbina, realmente en Houston, EEUU? ¿Sigue siendo propiedad de la Provincia? ¿Se encuentran aún en el puerto de Comodoro Rivadavia los transformadores?

 


Hoy tenemos una nueva administración. Si muchos de los funcionarios siguen siendo los mismos, y el actual Gobernador les ha dado su confianza, los tiempos se han modificado. El caos no tiene continuidad, y no solamente desde el punto de vista filosófico, porque luego de aquél debe aparecer el orden. No se puede continuar un proyecto que no existe. Es necesario un proceso de metamorfosis. En ese proceso debemos conocer la verdad. 
Entonces, retornemos al proyecto Ingentis. El señor procurador general de la Provincia designó a un fiscal general, el Dr. Báez de Puerto Madryn, para que llevara adelante una investigación. Es probable que la misma se encuentre muy avanzada, pero lo cierto es que aún, en la complejidad de la cuestión, no se ha anunciado la apertura de investigación con la declaración, por lo menos, de aquéllos que formaban parte de su directorio en representación del Estado, o el archivo de las actuaciones. Máxime teniendo en cuenta que de acuerdo a un informe o pericia contable de diciembre de 2014 se suscribe que «...reitero lo complicado de rearmar la contabilidad de la sociedad con la documentación existente y con los libros legales que adolecen de información para su interpretación», y continúa sosteniendo a continuación: «Hay situaciones que a mi entender profesional, teniendo en cuenta la situación de la empresa, pueden considerarse como indicios de vaciamiento». 

 


Para recordar hechos es necesario señalar que para fines del año 2009 la sociedad revisó la viabilidad del proyecto, y se avanzaron acuerdos con los principales proveedores para la finalización de los contratos e incluso venta de bienes. Ya para ese entonces Petrominera Chubut había comprado acciones. Retornando a la historia, es de destacar que el proyecto contaba con una primera etapa de inversión destinada a la instalación de la planta de ciclo abierto de 200 MW con su puesta en funcionamiento e inicio de operaciones comerciales en el segundo semestre de 2009. Ciclo abierto compuesto por dos turbinas aeroderivadas marca GELSM 100 PA a gas de 100 MW cada una accionada a gas. Las intenciones nunca se valorizaron en los hechos. Al final todo se liquidó. Lo que se compraba a un precio se terminó liquidando a uno menor, saliendo favorecidos los socios privados del proyecto. De lo que quedó para la Provincia no tenemos noticia. Nadie hasta ahora ha defendido la supuesta inversión, y se interpreta que los pagos necesarios para el mantenimiento de la turbina y su depósito en instalaciones de Houston corren serios riesgos de no haber sido efectuados, con los que bien el acreedor de ellos puede considerar la ejecución de los bienes. Si eso hubiera acontecido, habríamos perdido todo. El Tribunal de Cuentas de la Provincia también debería tener la palabra. ¿Nos podrán informar?
 

 

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