Regionales

Ahora los candidatos del oficialismo deben exhibir sus méritos personales

Cuando se analiza el panorama político de la Provincia después de la muerte de Mario Das Neves, se observará que no es fácil encontrar una figura con los suficientes méritos y el carisma necesarios para ocupar el vacío que ha dejado en el movimiento pluralista que había creado, lideraba y conducía personalmente.


Su temperamento, su frontalismo, que eran facetas salientes de su avasallante personalidad, eclipsaban no solamente a quienes fueron sus colaboradores de mayor confianza, sino también a encumbrados dirigentes partidarios y a importantes funcionarios vinculados a su gobierno. Contrariamente a lo que suele ocurrir con los gobiernos democráticos, no ha dejado herederos políticos. Y eso, sin duda alguna, no poco revuelo generará en el partido oficialista donde -como decimos-, nadie sobresale como para reclamar la bandera que en tres oportunidades flameó en la Casa de Gobierno. Seguramente demandará un intenso y prolongado debate interno para mantener la unidad partidaria. No será sencillo. No todos los que se sumaron a ese novel movimiento político, hablan el mismo lenguaje y las ambiciones personales son muchas. Las elecciones están cerca y son muchos los que sueñan con reemplazar al escribano Mariano Arcioni dentro de dos años. A algunos de ellos, como dicen en el campo, «el viento se le ha puesto del lado de la puerta». Ya no contarán con la bendición de quien hacía ganar elecciones hasta a ilustres desconocidos. Ahora se las tendrán que arreglar solos. Si como consecuencias de sus gestiones fueron capaces de sumar votos a los aportados por Das Neves para que llegaran al Poder, es probable que le asistan chances. De cualquier forma, ninguno de los candidatos en danza han logrado trascender a sus limitadas jurisdicciones. Nos referimos especialmente a los jefes comunales. Excepto Adrián Maderna, intendente municipal de esta ciudad, que realmente ha demostrado que aún cuenta con un buen caudal de votos, otros dependían de Rawson. Pero Maderna ha decidido no entrar en esa puja e ir por la reelección. Seguramente dará turnos a quienes buscarán su apoyo.
Como se advertirá, el panorama político del Chubut ha tenido un cambio trascendental y ante la lamentable ausencia de quien era «patrón y sota» en el partido oficialista, nadie «tiene la vaca atada». A esa situación debe agregarse que nuevos vientos soplan sobre la República. Y esos vientos también han llegado al Chubut.
 

 

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