Regionales

Un proyecto que los organismos competentes deberían estudiarlo

Durante los largos y penosos días sufridos por Trelew y otras poblaciones vecinas por la falta de agua corriente que era imposible potabilizar debido a las impurezas que traía el río Chubut, hemos escuchado de parte de las autoridades provinciales, comunales, especialistas y pseudoespecialistas en la materia, toda clase de disparates.


Además, conforme la tradición política argentina, de echarle la culpa al anterior gobierno, aunque algunos de ellos usaban la misma camiseta partidaria. No «daban pie con bola», como dice el paisano, y unos y otros en mayor o menor dimensión, fueron objeto de agresiones verbales en cantidades industriales y la generalizada promesa de recordarlos en las próximas elecciones para no votarlos más.
Ahora, el problema ha sido solucionado a medias y la duda persiste en la gente. Los bidones, los baldes y todo elemento para juntar agua no han sido desechados sino cuidadosamente guardados. Frente a ese incierto panorama, sería bueno que los organismos competentes, no en los que la incipiencia predomina, estudien el proyecto del vecino de Puerto Madryn, Raúl Arranz, que en 1996 presentó y que entonces contó con la aprobación de autoridades nacionales, provinciales y de reputados especialistas en la materia. Quien fue secretario de Ecología y Medio Ambiente de la Municipalidad de la nombrada ciudad balnearia, estuvo el miércoles último en EL CHUBUT, e hizo declaraciones con abundancia de detalles y gráficos que explicaban, con admirable minuciosidad, que el proyecto era factible y que significaría la solución definitiva de un problema cuya repetición puede ocurrir.
 

 

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