Regionales

Gustavo Menna puede lograrlo


Que el radicalismo del Chubut está en una profunda crisis desde la muerte de figuras de relevancia, que en varias oportunidades lo llevaron a la cima del Poder en el período democrático iniciado en 1983, a lo que se sumó el alejamiento de otras importantes figuras, es una verdad inocultable.

Tan inocultable que actualmente solamente tiene tres representantes en la Legislatura Provincial y ninguno en el Congreso, cuando en la primera supo tener la mayoría y en el Congreso Nacional, senadores y diputados. Y también debe recordarse que fue mayoría en la Convención Constituyente en 1957 cuando se sancionó la Carta Magna, que presidió el doctor Jorge José Galina, quien un año después era elegido el primer gobernador constitucional del Chubut. Pero también es bueno saber que ya en la década del 40, el partido yrigoyenista tenía un singular protagonismo en el entonces Territorio Nacional. Galina había sido jefe de la municipalidad local elegido por el pueblo. Fue desalojado de la misma por el golpe militar de 1943. En esa época, los Territorios Nacionales solamente elegían Intendentes en los pueblos con determinada cantidad de habitantes. Al gobernador lo designaba el Presidente de la Nación. Como se advertirá, tiene historia. Una rica y fecunda historia, con el valor agregado que todos quienes en su representación, ocuparon el gobierno, lo hicieron con austeridad y honestidad y con estricta sujección a las normas constitucionales. Terminados sus mandatos, volvieron al llano y sin necesidad de custodios o automóviles con vidrios polarizados, compartieron la vida ciudadana como lo habían hecho siempre. Frente a la realidad, a la preocupante realidad que estamos viviendo, eso parece haber ocurrido en otro país.

 


Pero, las ambiciones personales y desacertadas conducciones de los últimos años, lo llevaron a la decadencia que, con la elocuencia de los números, describimos con el absoluto convencimiento que nos asiste la razón. Sin embargo, la posibilidad de su resurgimiento es posible porque tiene profundas raíces en el pueblo. Ha pasado por situaciones parecidas y las ha superado. En estos momentos está en ese camino. La candidatura de Gustavo Menna para la diputación nacional parece haber logrado que las diversas fracciones en las que se ha dividido por desinteligencias internas, se sumen en su apoyo en el convencimiento que se está frente a un momento en el que es necesario abandonar intereses personales y trabajar mancomunadamente para la recuperación del protagonismo que otrora tuvo en la provincia. Y el joven abogado comodorense, tiene los méritos necesarios para liderar ese resurgimiento que en la consideración popular se advierte. Que la tarea que le espera no es fácil, no hay duda alguna. Pero seguramente, los radicales sabrán que si se siguen equivocando, su destino será incierto.

 


 

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