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René Alberto Coman, protagonista desconocido en la liberación de los presos del Trelewazo

El 11 de octubre de 1972, cuando habían pasado escasos 48 días de la Masacre de Trelew, la ciudad y la zona aún vivían bajo el gran impacto que ese hecho produjo.


Esa madrugada aterrizó un avión Hércules en el viejo aeropuerto civil de Trelew, del que desembarcaron efectivos y vehículos militares que, a partir de las 5:30 de la madrugada comenzaron a practicar allanamientos y detenciones en Trelew, Rawson, Puerto Madryn y Pirámides. Los detenidos fueron trasladados a una de las cabeceras de la pista del aeropuerto donde se habían instalado carpas para su alojamiento. Cuando finalizó el operativo, el Hércules decoló con destino a Buenos Aires y los detenidos fueron trasladados a la cárcel de Villa Devoto.
Los detenidos fueron Elisa Martínez de Franzetti, Horacio Mallo, Luis Montalto y su esposa Celia Negrín, Beltrán Mullhal y su esposa Encarnación Díaz de Mullhal, Manuel Del Villar, Manfredo Lendzian, Elvio Angel Bel, Horacio Correa, Gustavo Peralta, Sergio Maida, Sergio Soto, Alberto Barceló, Isidro Pichilef y Orlando Etcheverría.

 


A media mañana la ciudad ya estaba enterada de lo sucedido, y fueron los dirigentes de los partidos políticos, hecho no siempre destacado, quienes se reunieron en el viejo Comité del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), en 28 de Julio al 300, y decidieron realizar una movilización y reclamo por lo sucedido. Solicitaron a la Sociedad Española el Teatro Español, despacharon telegramas de reclamo al Presidente General Alejandro Lanusse, al gobernador contralmirante Jorge Costa, al ministro del Interior Arturo Mor Roig y a los presidentes de los partidos nacionales.
Participaron de esa primera reunión Jorge Galina (MID), Atilio Viglione (UCR), David Patricio Romero (PJ), José Romero (Demócrata del Chubut), Roque Callejas (Socialista Popular), Edgardo Bellotti (Revolucionario Cristiano), Osvaldo Williams (Pach) y Adolfo Cristaldo (Demócrata Progresista). Era la totalidad del arco político chubutense y en el encuentro se resolvió convocar al pueblo a una asamblea en el Teatro Español. Foch Cartier, Marcelo Pérez Catán, Francisco Sánchez, Emilio Paternóster, fueron otros de los partícipes.
A las 14:30 el Teatro Español comenzó a llenarse de asambleístas, los que permanecieron allí durante días, hasta la liberación de los detenidos. Fue una reacción del conjunto de la sociedad valletana, sin distinción de tendencias políticas ni de sectores. Fueron vecinos que reclamaban la libertad de sus vecinos detenidos arbitraria e injustamente.

 


El primer orador fue el ex gobernador Jorge Galina, quien luego invitó que contaran las experiencias vividas a las tres personas que habían sido detenidas esa mañana, llevadas a las carpas del aeropuerto y que luego fueran liberadas: El Dr. Carlos Maestro, la señora Silvia García de Etcheverría y el Ing. Silvio Grattoni.
También se hizo presente en la Asamblea el presidente del Partido Revolucionario Cristiano Dr. Horacio Sueldo, quien había venido a la zona para participar en Canal 3 del programa periodístico Realidad 72 que yo conducía, acompañado por el detenido Luis Montalto y el entonces sub director del Diario EL CHUBUT Adolfo Samyn.
El viernes 13 el gobernador Jorge Costa recibió en el Salón de los Constituyentes de Fontana 50, a los dirigentes de los partidos políticos quienes reiteraron el reclamo por la liberación de los detenidos. Costa informó de las gestiones que en ese sentido estaba realizando el ministro de Gobierno, contador Juan Carlos Scaglione.
Marchas multitudinarias por la ciudad, asambleístas en el Teatro, pronunciamiento y reuniones permanentes de los partidos políticos y organizaciones sociales, eran una constante de aquellos días y fue lo que mantuvo vigente y le dio fortaleza a los reclamos y negociaciones que por la liberación de los presos se desarrollaban. Debe destacarse que el apoyo y la difusión que todos los medios de comunicación de la zona brindaron a esta gesta, fue también fundamental.

 


La dirigencia política había establecido su bunker en la oficina que, en el entrepiso del Sanatorio Trelew, tenía el Dr. Viglione. Allí se definían las estrategias y acciones a desarrollar, siendo importantes nexos con las movilizaciones populares, entre otros Santiago Marcelino «Chiche» López y Rudy Miele.
En uno de los encuentros que en Rawson se mantuvieron con el Gobernador Costa, éste se comprometió a viajar a Buenos Aires, gestionar personalmente la libertad de los detenidos y retornar con ellos. Si no lo lograba, Costa prometió públicamente renunciar como Gobernador.
Hasta aquí poco agrego a lo ya conocido, pero el objetivo de esta nota es dar a conocer una circunstancia desconocida y que fue importante en las negociaciones para la liberación de los detenidos. Lo que hoy relato me lo contó el propio contralmirante Jorge Alfredo Costa años después, cuando vivía en Puerto Madryn y tuvimos un almuerzo en la Cantina El Náutico, del que también participó el ex ministro, contador Juan Carlos Scaglione.
Costa, en Buenos Aires, recorrió ministerios y oficinas tratando de lograr la liberación de los presos alojados en Devoto. No tuvo éxito y en consecuencia debía hacer frente a la palabra empeñada y renunciar como gobernador a su regreso a Rawson. En ese estado, se sentó en un café que estaba en la calle Paraguay al 800, frente a la entonces Casa del Chubut en Buenos Aires, pensando las acciones a seguir.
Fue entonces cuando circunstancialmente pasó por el lugar René Alberto Coman, un especial madrynense por adopción, ex diputado provincial radical (1963-1966) quien, al ver al gobernador solo y con un particular semblante, se acercó a conversar con él. Fue allí cuando Costa le contó la grave situación por la que atravesaba, le dijo que había gestionado sin éxito la libertad de los presos con el ministro de Interior Arturo Mor Roig y con el subsecretario Miguel Szelagowski, ambos radicales al igual que Coman. Agregó que ahora solo le quedaba en cumplimiento de su palabra regresar a Chubut y presentar su renuncia.
Según nos contó el contralmirante Costa, la reacción de Coman fue inmediata y le dijo «no puede ser, vamos a Casa de Gobierno» y lo hizo con tanta seguridad y convicción que ambos se trasladaron a la Casa Rosada. Allí Coman pidió hablar con Szelagowski quien los atendió, y en esa ocasión Coman le reclamó como radical que no podía actuar de esa manera, y menos ante el pedido de un gobernador como Costa y una situación como la que se estaba registrando en Trelew y la zona en esos momentos. El subsecretario Szelagowski escuchó y se retiró de la oficina quedando a la espera Costa y Coman.
Es conveniente aclarar que el «Negro» Coman era un gran aficionado a las carreras de caballos y en el Hipódromo de La Plata durante años, había tejido una fuerte amistad con otro aficionado a ese deporte, el entonces segundo de Mor Roig, Miguel Szelagowski.
Al rato regresa Szelagowski que les manifiesta que lamentablemente nada puede hacer esa tarde, pues no estaba en Casa de Gobierno Arturo Mor Roig, y les pide que regresen a la mañana siguiente, que iba a ver qué gestiones podría realizar.

 


Es así como se retiran Costa y Coman y quedan en encontrarse a la mañana siguiente.
Cuando Costa nos contaba el episodio, nos señalaba que aquel día no salía de su asombro: gobierno militar, él contralmirante y gobernador que no había avanzado en la gestión y de pronto apareció un extraño, ex diputado y gracias a él resurgen las posibilidades de lograr una solución.
Al día siguiente reanudan las gestiones y, luego de muchas horas en Casa de Gobierno, se logró el compromiso de las primeras 10 liberaciones que fueron las de Elisa Martínez de Franzetti, Luis Montalto, Beltrán Mullhal, Encarnación Díaz de Mullhal, Manuel Del Villar, Sergio Maida, Sergio Soto, Alberto Barceló, Isidoro Pichilef y Orlando Etcheverría, quienes arribaron a Trelew en un avión Guaraní a las 00:30 horas del día 17 de octubre.
De esa manera, Jorge Alfredo Costa pudo retornar a Rawson, sin tener que presentar la renuncia, con los primeros liberados, comprometido a seguir gestionando las otras libertades.

 


En los días posteriores fueron liberados el resto de los detenidos.
Entendí justo, después de tantos años, rescatar esta desconocida historia, que me fuera contada por el propio protagonista Jorge Costa, con el contador Carlos Scaglione como testigo. Creo que René Alberto Coman merece ser reconocido ya que su intervención fue importante y desconocida en el logro de la libertad de los detenidos.
Otra acción no debidamente reconocida al «Negro» Coman, es la larga y persistente gestión que realizara, como diputado provincial durante el gobierno de Arturo Illia, ante Obras Sanitarias de la Nación, para lograr la construcción del acueducto Trelew - Madryn. Se puede decir que ese trabajo de Coman, finalmente terminó fructificando con la obra ejecutada en tiempos de Agustín Lanusse.
 

 

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