La política
Si hay una cosa que nos tiene preocupados constantemente es la política, ya que ella a través de los elegidos y en alguna oportunidad sin pasar por él voto, dominan todos los momentos de nuestra vida y las decisiones de las personas que han llegado a ocupar algún cargo dentro de las estructuras de gobierno, han tenido dos facetas: las que saben lo que hacen y las que no saben porque están allí, pero que de todos modos gravitan en nuestras vidas a través de su proceder.
La política -como dice Pepe Mujica- es una pasión, no se debe vivir de ella, sino vivir para ella, algo difícil de entender en nuestros tiempos, ya que día a día vemos como proceden la mayoría de los participantes en estas lides, donde pareciera que hay una desesperada acción de llegar a algún cargo que después se traduzca en una oportunidad de vivir bien y sin mayores problemas a «costillas» de la política.
El ciudadano que ve impávido ese accionar; protesta, pero no consigue que las actitudes se conviertan en un cambio, donde se tenga la grandeza de trabajar para el ciudadano que todos los días «transpira la camiseta». Para que, si total ya se consiguió el tan preciado espacio que supimos conseguir a través de una convincente campaña electoral, o en el mejor de los casos donde algún mandamás lo colocó.
Indudablemente los que en otros tiempos se dedicaban a la política parece que tenían otros principios, aunque si revivimos la historia veremos que en todas las épocas ha habido situaciones donde aparecieron negociados por un lado y los que denunciaron esos negocios por otro.
En estos días se tiene en la Argentina un desagradable rótulo que nos hace quedar mal en todo el mundo, y de acuerdo a lo que se va descubriendo, aparece una gran estafa al pueblo que creyó y donde prácticamente se han saqueado a la Nación. El desencanto es mayúsculo, ya que un País que podía ser uno de los mejores del mundo, hoy navega en el desprestigio a causa de un grupo de delincuentes que se aprovecharon de él. Y el pueblo que mansamente votó hoy no sale de su asombro.
Paralelamente un gran número de personas, ciegamente niegan esta realidad en aras de una fidelidad que raya en la ignorancia y parece no ver lo que los mismos involucrados denuncian y que en realidad causa terror por la magnitud del robo.
La política es una bella actividad que nos remonta a la antigüedad, donde aquellos que la instauraron y la practicaron, tenían otros conceptos de algo que debía ser tan puro «Como el velo de una novia» según reza el vals, pero indudablemente los caminos de los evasores a la regla erraron la traza y hasta hoy no encuentran lo recto.
Nuevas elecciones se avecinan y ya el ruedo se colmó de candidatos. ¡Viva la política!
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