Regionales

Preocupación del radicalismo por decisiones del gobierno nacional

Profundo malestar han provocado en el radicalismo chubutense las recientes decisiones sobre los drásticos recortes de beneficios sociales que tenían numerosos hogares en esta provincia y que se extendían a otras de la Patagonia.

No es para menos. Suponer que sus efectos pueden traducirse en la pérdida de votos en las próximas elecciones, que eran esperadas con optimismo, habida cuenta que los comicios pasados habían mostrado un repunte que les había devuelto la esperanza de recuperar el protagonismo que hasta el 2003 habían tenido en la Provincia. Hoy la desazón cunde. Y aunque por todos los medios posibles expondrán su oposición y buscarán tomar distancia, creemos que será una misión imposible.

 

El kirchnerismo y sus aliados, que nunca se resignaron al desalojo de la Casa Rosada y que, apostando a la reconocida mala memoria del pueblo argentino, intentarán recuperarla el año que viene, se encargarán de recordarles que son socios del gobierno nacional. Y que, como diría un jurista, han sido partícipes necesarios para que Mauricio Macri llegase al Poder. Para los hombres de la otrora boina blanca, en lo que atañe al Chubut, todo hace suponer que el panorama se ha oscurecido de golpe.

 

En cambio, por lógica consecuencia, han reverdecido las esperanzas del kirchnerismo y sus aliados que practicamente estaban en terapia intensiva a raíz de los graves hechos de corrupción, que habrían cometido durante sus gobiernos, y que la Justicia ya tiene presos y procesados a sus principales protagonistas.

 

Falta muy poco tiempo para las elecciones. Las cartas han sido dadas. Salvo que el optimista ingeniero oriundo de Tandil tenga el as de espada, la suerte parece estar definida. Y no habrá tiempo para una nueva partida. Aunque en política, son las urnas las que tienen la última palabra.

 

 

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