Regionales

Para cuándo una primavera patagónica

Quién no recuerda el día de la Primavera en nuestra juventud. Día del Estudiante y sus festejos. Además para los patagónicos tiene especial significado por ser el fin de nuestro invierno.

Pero este primaveral día y como dirigentes empresarios responsables, no nos puede dejar de asumir y transmitir la lamentable realidad, que en concreto el Norte del Chubut vive, que reflejan hoy los diarios de la región. Trelew y Rawson, en el segundo trimestre de 2018, es la segunda en porcentajes de desocupación del país.

 

Desocupación en el Valle del Chubut (https://www.elchubut.com.ar/nota/2018-9-21-0-36-0-trelew-rawson-siguen-siendo-de-las-ciudades-con-mayor-desocupacion-de-toda-la-argentina).
Atrás quedó el Plan Patagonia que en Viedma en enero del 2016 anunció el presidente Macri y que no se ha hecho realidad con ninguna medida concreta que respalde ese importante anuncio presidencial. Por el contrario, Patagonia sigue perdiendo diferenciales y competitividad.

 

Caso concreto, después de 110 años de enviar petróleo desde Comodoro Rivadavia al norte, en la Capital del petróleo no existe ninguna destilería ni petroquímica, con el agravante que hoy, septiembre de 2018, en Comodoro y Patagonia pagamos el gasoil más caro que en Capital Federal.
Con el desarrollo de las energías renovables, las eólicas en especial, en la Patagonia se repite el caso del petróleo.

 

Esta actividad la debemos desarrollar. Pero en el marco de políticas públicas que también contemplen los intereses de la región. Por ejemplo, prever que el territorio o provincia donde se produce energía eólica, por ejemplo, tenga un precio diferencial en la energía que se consuma e industrialice en esa provincia.
Lo hemos solicitado como entidad empresaria, pero no hay respuesta. Hoy la única preocupación que registramos es ver cómo se logra la construcción de las líneas de transmisión para llevar esa energía renovable al norte del país.
Espejo en el 2018, de lo sucedido desde 1907 con el petróleo patagónico de Comodoro Rivadavia.

 

CASO CONCRETO PESCA
Exportamos materias primas en su inmensa mayoría sin procesar y por ende sin trabajo nacional.
Ello hace a los índices de desocupación y pobreza en economías regionales. Antes teníamos miles de trabajadores en el sector pesquero patagónico.
Hoy el grueso de la pesca nacional, se realiza en aguas patagónicas y en el primer semestre de 2018 se exportaron 971 millones de dólares de pescados y mariscos.

 

De esos 971 millones de dólares, 843 millones de dólares fueron exportados sin procesar. Por ejemplo y entre otros, langostinos en bloques de 30 o más kilos.

 

Por falta de políticas públicas nacionales sobre las condiciones de explotación de nuestros recursos naturales, regalamos trabajo a países con mano de obra más barata, como Ecuador, Guatemala y otros, a donde se exporta para que allí reprocesarlo.
En el primer semestre de 2018, el 86.55% de nuestros pescados y mariscos fueron exportados sin procesar. Solo exportamos procesados el 13.5% de nuestra pesca.

 

Los números los pueden corroborar en https://www.pescare.com.ar/las-exportaciones-pesqueras-alcanzaron-los-971-millones-de-dolares-en-el-primer-semestre/.

 

Creo que si las autoridades nacionales y provinciales, junto con el conjunto de la dirigencia, no asumimos esta realidad que está sucediendo a la Patagonia, donde las únicas grandes inversiones son para extracción de recursos naturales para trasladar fuera de la región, nos vamos a encontrar en poco tiempo con una delicada y conflictiva situación.

 

Con esta realidad, guardo aún esperanzas de que alguna vez tengamos un Primavera Patagónica, como la que en otros tiempos supimos conseguir en el marco de Políticas de desarrollo Nacionales y Regionales, no contempladas por quienes solo apuestan excluyentemente y como única salida, a políticas basadas en supuestas realidades impuestas por «el mercado».

 

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