Malvinas 40 años... y el dolor no cede

Los mismos fueron segregados en el momento de condecoraciones, medallas, reconocimiento y pensiones como veteranos de guerra por el gobierno argentino y con la excusa que no pisaron suelo malvinense, una decisión que el Ejército Argentino tomó en el conflicto por razones estratégicas y de guerra, decisión que el gobierno de turno adoptó por conveniencia económica dejando así a cientos de soldados apostados en el continente en el olvido, y decisión que duele en la memoria de cada uno de ellos y de sus familias que sufrieron cada día de esa guerra.
No olvidemos ni ocultemos que en el continente también hubo combates y soldados caídos en su deber cumpliendo tareas de logística y de defensa, acciones que el ejército oculta pero que en el transcurso de todos estos años han salido a la luz, inclusive con testimonios de soldados británicos como el de Edward Denmark: «los veteranos argentinos en el continente tendrían que ser reconocidos como veteranos de guerra porque sus vidas corrían peligro. Las bases de Trelew, Comodoro Rivadavia, San Julián, Río Gallegos y Río Grande estaban entre los blancos de ataque bélico...» o el de Víctor Hugo Randazzo en su libro «Combates en el continente» donde se describen testimonios inéditos.
Creo que sólo basta con leer e interesarse por los acontecimientos de aquella guerra que forma parte de nuestra historia, y en la que muchos de nuestros jóvenes de 18 años dieron su vida por nuestras hermanitas perdidas, pero también creo que nadie en este país y mucho menos los jóvenes soldados que estuvieron en el continente, bajo la misma bandera, la misma causa y el mismo honor de defender nuestra patria merezcan ser ignorados. Es hora de dejar de lado mezquindades y egoísmos, es hora de cerrar heridas y silencios, es hora del reconocimiento a todos nuestros soldados.
Mary Pereyra.