Tanto Villa como Eduardo Salvio, recuperado de su operación de ligamentos cruzados, jugarán el viernes ante Gimnasia y Esgrima La Plata con el equipo de la reserva para sumar minutos. Y podrían ser convocados para el partido del sábado en la Bombonera ante el «Tripero». Villa jugó su último partido el 20 de julio ante Atlético Mineiro por la Copa Libertadores, y en agosto viajó a Medellín.
El colombiano pidió hablar con los medios que cubren el entrenamiento de Boca en el predio de Ezeiza, en busca de destrabar una situación complicada para él, ya que hasta hoy no era tenido en cuenta por el cuerpo técnico que encabeza Battaglia.
«Pido disculpas a los hinchas del club, y también lo hice con mis compañeros del plantel. Tomé una decisión equivocada y ahora quiero mirar hacia adelante y pensar en darle lo mejor al equipo cuando me requieran», dijo Villa a los medios periodísticos.
El futbolista colombiano se había retirado de los entrenamientos en forma intempestiva el 29 de julio pasado al estar en desacuerdo con la secretaría de fútbol, por no ser transferido al Brujas de Bélgica, que había ofrecido cerca de 7 millones de dólares por su pase, el 70% corresponde a Boca y el 30% restante al Deportes Tolima de Colombia.
Luego viajó a Medellín en agosto pasado y recién se reintegró el 7 de septiembre, tras informar que se ausentaba por un tema de salud de su madre. Al viralizarse fotos que mostraban a Villa en una discoteca de Medellín, el «mundo Boca» estalló contra el jugador.
A su regreso, fue suspendido por 15 días sin goce de sueldo por el área de legales del club y realizó entonces una mini pretemporada apartado del grupo.
Después de una charla que tuvo con Battaglia y también con los integrantes de la secretaría de fútbol boquense, se le levantó «la veda» futbolística. Dentro de este acuerdo estaba por realizar las disculpas públicas por parte del jugador, algo innegociable por parte de los integrantes del consejo, para que vuelva a ser tenido en consideración.