El rival no pudo seguir jugando porque se quedó con menos de siete jugadores en cancha. Y la Academia, que arrancó perdiendo 0-1, lo terminó ganando al minuto 118 tras un gran centro de Gonzalo Piovi y el cabezazo ganador de Carlos Alcaraz. Fue un partido caliente. Había pica entre Racing y Boca y quedó en claro. Más allá de que el Xeneize intentó minimizar esta definición, el partido se lo tomaron como una final. Porque, el fondo, tenían que demostrar ante la Academia quién era el mejor equipo. Y terminó siendo el de Fernando Gago. Con coraje y reponiéndose a la falta de descanso, Racing terminó ganando 2-1 y se coronó campeón. Con más huevos que fútbol, pero con un carácter tremendo para dar rápido vuelta la página del golpazo del campeonato.