Conciencia y seguridad al volante

PONE PRIMERA

Rocío Necul tiene 28 años, nació en Mendoza, pero se crio en Rawson, donde vive actualmente. “Al ser mamá de dos varones se me hacía muy difícil conseguir un trabajo estable”. Entre amigas, surgió la idea de comenzar a ayudar a otras mujeres a manejar y sentirse seguras al volante.

por REDACCIÓN CHUBUT 20/11/2022 - 11.37.hs

“Tenía amigas que querían sacar el carnet, y yo me ponía a estudiar para ayudarlas a rendir y me encantó. Me gustó la emoción que sentía al ayudar a otra persona. Además, tengo en los genes el ayudar y estudiar ya que mi mamá es maestra y todos mis hermanos tienen el granito de maestro también”.

 

El resultado de esta idea fue gratificante y emocionante. Rocío comenzó ayudando a sus amigas, y se fue pasando de boca en boca lo que ella hacía. En sus comienzos, hacía este trabajo “de onda”, pero fue creciendo tanto que le sugirieron realmente dedicarse a esto profesionalmente. Así fue como su hobby pasó a ser su trabajo.

 

Cabe destacar que, para poder dictar estas clases, Rocío se formó, estudió mucho y se perfeccionó, aprendiendo, incluso, todas las normas de cada municipio.

 

“La mujer al volante es todo un tema que a algunos les genera miedo. Hay que destacar que cualquier persona puede cometer errores”.

 

“Además, cuando van a rendir el examen, toman la prueba teórica, pero no se trabaja todo lo que son los miedos y dudas que puede tener alguien al estar al volante”.

 

Roció trabaja mucho en eso, en la inteligencia emocional, el ayudar a controlar las emociones y miedos al manejar y la importancia de todos los sentidos. “El miedo es algo natural en el ser humano, es un mecanismo de defensa para que no pase nada. No está mal que tengas miedo, solamente hay que trabajarlo”.

 

Y agrega “Por suerte tengo mucha paciencia y eso es lo importante. Yo trabajo desde la risa, el amor, y la charla. Es comprobado que funciona de verdad este método para aprender”.

 

Además, destaca que no todas las personas son iguales, a cada una le lleva un tiempo diferente que a la otra.

 

Rocío también dictó su primer taller de mecánica básico para mujeres, en el que enseña los nombres de las diferentes partes del auto, qué debemos llevar en el auto y que no, cómo cambiar una rueda de auxilio, cómo medir el aceite y el agua, etc.,

 

“Quiero agradecer mucho a mi papá, porque fue el quien siempre me dijo que no podía andar en el auto sin saber todo esto. Él me decía que tenía que saber revisar el agua y el aceite, controlar el radiador, saber cambiar la rueda, etc.”

 

Rocío afirma que no es necesario que sean mecánicas, el objetivo y el fin de sus clases es que la mujer esté segura frente al volante y sea consciente de lo que está haciendo con el auto. Saber reconocer su propio vehículo, y tener confianza en sí mismas.

 

En las clases se genera un debate muy interesante, se charla sobre las normas de transito de cada lugar, las señalizaciones, reconocer las prioridades de paso y, además, por supuesto, aprender a manejar de verdad.

 

“Mi objetivo es que toda mujer sea consciente de las normas y se sienta segura al manejar, sabiendo que está haciendo las cosas bien”.

 

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