MIENTRAS LA DUEÑA HACIA LA DENUNCIA, VOLVIERON A ASALTAR EL LOCAL

En menos de 20 minutos robaron dos veces en un céntrico kiosco de Gaiman vigilado por policías

En menos de veinte minutos, dos ladrones fueron dos veces a robar cerveza a un kiosco del centro de Gaiman y en ambas oportunidades, increíblemente, había un policía parado enfrente del negocio. En la última, hasta se dieron el lujo de darle una feroz golpiza al hombre que había quedado encargado del comercio mientras la dueña hacía la denuncia del primer robo.

por REDACCIÓN CHUBUT 14/07/2018 - 00.00.hs

Estos hechos que resultan hasta inverosímiles, sucedieron realmente, y ocurrieron en la avenida más importante que tiene Gaiman. Allí a pocos metros de la plaza tiene el kiosco Carel Arie Pugh, quien ayer en medio de su indignación, accedió a hablar con EL CHUBUT.
«Estaba comprando y me comunicaron que habían entrado a robar al kiosco, y cuando llegué al negocio ya habían llamado a un policía que estaba en la esquina en el momento que ocurrió el hecho. Entonces me pidió que me acercara a la Comisaría a hacer la denuncia correspondiente», contó Carel.
«Fui a la Comisaría con la chica que estaba atendiendo el kiosco para que ella describiera cómo estaban vestidos (los ladrones) y lo que corresponde a una denuncia. Cuando estábamos saliendo de la Comisaría me llamaron de nuevo, avisándome que habían vuelto a robar, pero ya con agresiones y amenazas, y que mientras ocurría el hecho había otra policía en el frente, que actuó de nuevo muy tarde», continuó relatando la kiosquera.
-O sea, ¿hubo dos robos en cuestión de minutos en su kiosco y en ambos había policías en el frente que no hicieron nada?, se le preguntó. «Sí, exactamente. Los hechos ocurrieron con unos veinte minutos de diferencia y en la segunda ocasión hubo agresiones, y encima a personas mayores. El hombre al que golpearon es jubilado, y a la esposa la agredieron verbalmente insultándola», acotó.
-¿Las agresiones dónde ocurrieron?, se insistió. «En la esquina del negocio. Mientras yo estaba haciendo la denuncia, los delincuentes volvieron; yo había dejado encargados al tío y la tía de mi novio.», clarificó.
-¿Y en la esquina del kiosco, mientras golpeaban al hombre había una mujer policía que supuestamente estaba de consigna, de vigilancia?, volvió a preguntársele. «Estaba tratando de ver en las cámaras (de seguridad de un negocio cercano) si encontraban alguna filmación del primero de los hechos», explicó.
«El tema es que estamos cansados de que siempre nos estén robando. Gaiman es un pueblo chico, nos conocemos todos, y es la primera vez que me toca vivir hechos de esta naturaleza. Y es lamentable que lleguemos a este punto», se quejó. 
Finalmente, cuando se le consultó por cómo se encontraba el tío de su novio, el que había sido golpeado en el segundo robo, consignó: «Por suerte fueron solo golpes, pero el miedo no se lo quita nadie. Nosotros por culpa de todo esto estamos prácticamente sin dormir y sin comer de la angustia, la bronca; de todo», subrayó.
 

 

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