Rawson

Muestra fotográfica en reconocimiento a Cacho Capoz y sus 50 años con la música

Se cumplen 50 años del debut en la música de Carlos «Cacho» Capoz y, para celebrar dicho acontecimiento, el próximo viernes a las 11 quedará inaugurada en el Centro Cultural Provincial una muestra fotográfica.

por REDACCIÓN CHUBUT 16/11/2019 - 23.59.hs


Fue en Sarmiento, durante una fiesta privada en el Club Deportivo de aquel pueblo del sur del Chubut aquella primera vez. La actuación incluyó unos temas musicales sólo ensayados hasta entonces. Entre ellos estuvo uno de Los Gatos y otro de Creedence Clearwater Revival en un inglés muy patagónico, a los que se sumaron dos o tres de un repertorio más bailable. 
No quedaron imágenes de aquella presentación. La única certeza es que fue en noviembre y se trató de la primera actuación pública de Carlos «Cacho» Capoz, también conocido como «El Griego». Ocurrió hace 50 años y significó el inicio de una larga trayectoria con la música patagónica, con el rock y otras variantes, con las alegrías y las tristezas propias de una vida transcurrida en su mayor parte en «una pequeñísima capital de casas sin llave», a la que llegó en 1963.
La actuación inaugural coincidió con la etapa laboral del músico en el laboratorio de la Dirección Provincial de Vialidad. «Cacho» viajaba periódicamente en comisión a Sarmiento. Por supuesto llevaba su instrumento y los encuentros con los músicos del lugar eran inevitables. Los ensayos avanzaron a pesar de las carencias y, aquella noche de noviembre de 1969, el conjunto «Los Vagabundos» lo integró para protagonizar su primera presentación ante el público.
Esta especial celebración ha generado una iniciativa que se concretará el próximo viernes con la inauguración de una muestra fotográfica con 30 ampliaciones y un número menor en otra escala, con un resumen de la trayectoria de este músico capitalino, ligado con sus pares a través de diferentes propuestas y reconocido como un referente obligado en este tipo de expresiones populares.
De la primera presentación pública en Sarmiento de hace cinco décadas, el joven músico saltó directamente al escenario del Centro Español de Rawson con el grupo «Vientos». Esa primera pertenencia y su trabajo en «Caño 13» de Puerto Rawson y otros locales nocturnos, continuó «Los Bichos Malditos». En 1975 inició una nueva etapa que terminó en Santiago del Estero, donde llegó a integrar el Dúo Propuesta con Charly Rodríguez y a grabar su primer disco simple en Córdoba.
En 1981 volvió a Rawson y, con su hermano Roberto (fallecido en enero de 1984), emprendió el largo camino del conjunto «Vandar» con una propuesta nueva y desafiante: hacer música de rock propia, desechar las versiones de otros grupos conocidos y proyectar un sello patagónico hacia el resto del país. El 2 de abril de 1982, emblemática fecha del inicio de la guerra de Malvinas, se efectuó el debut, con sus cuatro temas iniciales, en el Teatro Español de Trelew. Después se extenderían las actuaciones en Rawson y el resto de la zona y la proyección del grupo por el resto de Chubut durante los ’90, especialmente con las fiestas cordilleranas, recibiendo la distinción anual «Honor al Mérito» del Concejo Deliberante de Rawson en 2001. Otros hitos de su participación en «Vandar» son la grabación de ocho discos (el primero en 1991 y el último presentado en 2018), la producción de un DVD y la permanente referencia a un estilo y una propuesta diferente.

 

PARTICIPACIONES Y RECONOCIMIENTOS
Su intervención en la creación de la música original de la película «Rawson - Caer Antur (Fuerte de la Aventura)» en 2005 y la obtención del Primer Premio en la primera edición del concurso «Mi Pueblo Canta», organizado en Rawson en 2016, con «Mi tierra del sur», una composición que refleja su itinerario de vida como patagónico, se han agregado a su recorrido.
Cacho Capoz se ha sumado también estos últimos años a una iniciativa conocida como «Los bichos con brillo» con otros músicos de sus años juveniles y representantes de las nuevas generaciones para recrear nuevas versiones de temas de siempre.
Todos los días recorre las calles de Rawson. Sigue con atención la actividad musical y no retacea estímulos a las expresiones que surgen con la misma actitud de sus comienzos. Sus hijos Carlos Marcelo y Leandro han seguido el mismo camino. Hace 50 años comenzó y no quiere parar. La música, la cuestión central de su vida, lo sigue convocando. No quedan dudas de que lo acompañará siempre.

 

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