¿Se pueden ahora importar residuos nucleares?

Señor Director:
En agosto pasado el Ejecutivo Nacional sancionó el Decreto 591/19 de Residuos Peligrosos. Si bien para muchos de nosotros su significación ha pasado inadvertida, ya es tema de comentarios en la prensa internacional y, además, en redes sociales, donde se divulgaron falsas fotografías pretendiendo mostrar que Argentina estaba ya importando basura de los Estados Unidos, importación presuntamente posibilitada por el mencionado Decreto. Esos y otros son los motivos que me llevan a dirigirme a usted, tratando este tema.
Nuestra Constitución Nacional prohíbe la importación de basura, no obstante el decreto que modifica viejos decretos de los ’90, permitiría importar residuos peligrosos de otros países.                  
El artículo 3ro. del referido Decreto define lo que se entiende por residuo y dice así: «Artículo 3ø.- Se considera residuo a toda sustancia u objeto a cuya eliminación se procede, se propone proceder o se está obligado a proceder.»
Ahí está el punto clave del asunto. Una serena lectura nos advierte que toda sustancia u objeto que pueda ser reciclado, no se considera residuo, pues solo es residuo lo que tiene por fin su eliminación. Entonces, por ejemplo, los millones de toneladas de plásticos acumulados en el mar y en basurales, podrían ser importados por nuestro país, con el argumento de que serán reciclados y no son entonces residuos.
Usted sabe que es un gran riesgo que sufre la humanidad, la falta de destino cierto y seguro para los residuos nucleares de alta actividad, que se producen en el mundo y que deben ser mantenidos por milenios.
Si se tiene presente que las compañías nucleares insisten en que de los combustibles gastados de los reactores productores de electricidad, puede obtenerse más combustible, resulta que a tenor de nuestro Decreto esos desechos no son considerados residuos, y podrían entonces importarse. Lo que no dicen nunca los industriales del sector es que, aun reciclando los combustibles gastados, queda un remanente de elementos que, oh casualidad, son los de mayor radiactividad y más perdurables.    
No está todo dicho y es mucho lo que puede interpretarse de la redacción de la norma que, seguramente, dará mucho que hablar.

Juan Vernieri
DNI 6.877.98