Policiales

Desestiman denuncia de acoso contra un funcionario de Agencia de Seguridad Vial

Al final desestimaron en la Justicia la denuncia por acoso sexual y violencia de género que hace un mes hizo una mujer policía contra un funcionario de la Agencia de Seguridad Vial de la provincia y el caso no va a ser investigado: quedó en la nada. Ahora a la denunciante la sacaron del organismo sin ninguna explicación y ella cree que es «una represalia».

por REDACCIÓN CHUBUT 12/12/2019 - 00.00.hs

«La denuncia que realicé fue desestimada por la fiscalía. Me sacaron de la Agencia de Seguridad Vial sin fundamentos y estoy a la espera de destino», expresó ayer al hablar con EL CHUBUT la sargento Noelia Arrative.
«¿Y no hay ninguna notificación por escrito de por qué la separan de la Agencia?», se le consultó. «No hay ninguna, la pedí pero no me la dieron; simplemente me dijeron que me retire. Que no me querían ver más en la Agencia», afirmó. «¿Y usted piensa que es por la denuncia que hizo?», se insistió. «Y creo que sí, porque la directora de la Agencia me puso en conocimiento de que mi denuncia había sido desestimada y que por esa razón ella podía actuar como quisiera», dijo.
La sargento Arrative no es la primera vez que se enfrenta a este tipo de situaciones en su carrera policial, ya en otra ocasión denunció a un exjefe por discriminación y a otro oficial de jerarquía por hechos de corrupción con los vales de combustible. Y, también la pasó mal.  Ahora, asegura que por todo lo que está viviendo ha empezado a tener problemas de salud, como «trastornos de sueño», pero que eso «no va a hacer que baje los brazos». 
La sargento Arrative dice que ella no es la única que ha sido desafectada de la Agencia de manera arbitraria y, al consultársele por los otros casos, mencionó: «En la semana sacaron a una agente por una situación similar; también sin explicación alguna, con malos modos de parte de las autoridades de la Agencia, y también a un comisario», indicó.
Arrative en la nota, a punto de quebrarse, expresó que después de lo que vivió en su carrera policial con las denuncias que hizo, principalmente con la última, le ha quedado «un sabor amargo, da mucha impotencia», aseguró y acotó: «Porque acá para ser funcional a ellos uno tiene que regalar su dignidad, entregarse a los juegos sucios de ellos. Y si uno habla o denuncia termina siendo la empleada conflictiva a la que no saben dónde poner. Uno termina siendo un problema», consideró.
Finalmente, y ante la pregunta de si creía que su caso podría servirles a otras mujeres que tienen miedo de denunciar manifestó: «El mensaje que trato de dar es que no se callen, que denuncien, porque hay un montón de chicas que están pasando por esta situación, que están sufriendo acoso, abusos, arbitrariedades y no tienen la posibilidad de transmitirlo porque quizás están en un plan o esperando a ser mensualizadas entonces, obviamente, no van a hablar, tienen miedo. Y si lo mío sirve, bienvenido sea», concluyó.
 

 

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