Desde febrero, Rímoli es el coordinador de básquet en Huracán. Una de sus primeras acciones fue implementar una escuela de tecnificación, la cual es dictada por la mañana y cuenta con la participación de jugadores de diversas edades. Por la tarde o noche, los planteles del Globo continúan con la pretemporada de cara al inicio del torneo local.
Rímoli considera que el entrenamiento deportivo hoy en día se debe hacer en forma individualizada más allá de las prácticas en conjunto. “El grave error es tratar a todos los deportistas por igual”, dice. Y eso es justamente lo que busca con la escuela de tecnificación: tener un seguimiento más personalizado y enfocarse en las fortalezas y debilidades de cada jugador.
“Sin técnica no hay táctica y sin táctica no hay básquet”, entiende Rímoli, quien lleva 45 años como entrenador y ha dictado más de 80 clínicas y campus en Argentina y otros países de Sudamérica. “En el básquet, como en la vida, está todo inventado. Por lo tanto, la diferencia está en cómo se hacen las cosas. Lo correcto es que el jugador domine todos los fundamentos para que pueda solucionar problemas durante los partidos. Con la escuela, justamente se crea un hábito para trabajar la técnica individual”, añade el DT.
“Se desarrollan movimientos para destrabar los problemas que pueda crear una defensa rival y, por ejemplo, trabajos con la mano no hábil. Si sólo se usa la mano hábil lo que se tiene es un medio jugador. Y lo que se busca es que todos pueden ser lo más completos posible”, comenta Rímoli.
Sin ningún fin de reclutamiento, la escuela también está abierta a deportistas, profesores y técnicos de otros clubes de Chubut. “Todo aquel -agrega Rímoli- que quiera acercarse va a tener su lugar en Huracán. Mi cabeza siempre está abierta ya que lo lindo del básquet es compartir experiencias y conocimientos. Y este nuevo espacio es justamente para que se sumen colegas y los jugadores puedan mejorar desde lo técnico”.