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Clausuran totalidad de la Escuela N° 735 tras informe negativo sobre condiciones estructurales

“Las clases se suspenden porque no hay condiciones de seguridad para los alumnos y el personal”, dijo el director del establecimiento Oscar Lenarduzzi.

por REDACCIÓN CHUBUT 27/06/2019 - 00.00.hs

Sobre el mediodía de ayer se dio a conocer el informe de obras públicas sobre las condiciones estructurales del edificio de la escuela 735 e inmediatamente se tomó la decisión de suspender las clases.
Las pocas aulas que hasta ayer permitían continuar con las actividades de manera reducida terminaron siendo clausuradas, y se definió buscar un plan de contingencia alternativo mientras se consigue un espacio alternativo o se realizan reparaciones suficientes para garantizar la seguridad de alumnos y personal docente.
Al cierre de esta edición, se aguardaba alguna definición del Ministerio de Educación, mientras tanto, el equipo directivo junto a supervisores de nivel secundario fijaron para esta tarde,  a las 19 horas, una reunión de padres, estudiantes y docentes en instalaciones de la Escuela secundaria 7722, en Molinari y Sáenz Peña de esta ciudad. Allí se va a dar cuenta de la situación edilicia y pedagógica de la escuela. 
Por su parte, el Dr. Hugo Sánchez, asesor de Familia, solicitó a las autoridades de la provincia del Chubut una respuesta en plazos razonables para reanudar las clases.
“En función de esta suspensión de clases es necesario reprogramar y revisar la propuesta pedagógica”, dijo ayer a EL CHUBUT Oscar Lenarduzzi, director de la Escuela 735, quien adelantó que el viernes estaría lista la propuesta alternativa.
 Relató que al tanto de las novedades “se generó una reunión en Supervisión y en función del informe estructural firmado por cinco profesionales se decidió suspender las clases”.
El directivo hizo hincapié en que “el informe habla de que hay que levantar techos, cambiar cabriadas y ajustar un montón de cuestiones, y así no se puede trabajar. Se suspenden las clases y se cambiará la forma como se venía trabajando con los chicos, en base a un plan que tenemos que definir y el viernes vamos a estar informando”.
Lenarduzzi subrayó que “no se puede habilitar un edificio que no está en condiciones, y como yo tengo que responder por todos los que concurren a la escuela, no puedo continuar con las clases. Esto es algo que me excede plenamente y por eso tomé la decisión de suspender las clases con aval de los supervisores y del asesor de Familia”. 
Asimismo, reconoció que “ante la duda del colapso es mejor prevenir, porque si no vamos a estar después lamentándonos si llegara a suceder algo. Y a eso hay que sumar el alerta meteorológico de vientos y nevadas. Las clases se suspenden porque no hay condiciones de seguridad para alumnos y el personal”. 

 

PRECARIAS CONDICIONES 
El informe firmado por el Ingeniero Civil Ricardo Regis, inspector de obra a partir de la voladura de los techos de la escuela y el posterior reclamo acerca de la seguridad de dicho edificio, realizado por los padres de alumnos de dicho establecimiento educativa y las autoridades del mismo da cuenta de numerosas irregularidades.
“En primer término cabe aclarar al respecto, que el hecho acaecido, por efecto de los fuertes vientos, no implica necesariamente defectos en la estructura de soporte de los techos, y que en este caso particular se debió a deficiencias en la sujeción de la cubierta metálica, con clavaduras de sección muy delgadas que no permitieron el correcto anclaje a lo largo del tiempo, produciendo la falla evidenciada, la cual fue reparada a la brevedad, reemplazando dichos elementos en el sector afectado, por otros de secciones adecuadas”.
“No obstante, y dado el reclamo efectuado se ha procedido a realizar una inspección y relevamiento de las estructuras de techo que se encuentran a la vista, o que ocultas, son accesibles por áticos, de esta tarea surgen las siguientes conclusiones
Una parte inicial del edificio consistió inicialmente en un obrador realizado para la obra de construcción de la escuela 179 aledaña. Como se comprenderá, esta construcción provisoria, no tiene los mismos requerimientos constructivos y de coeficientes de seguridad, que un edificio construido para perdurar, más aún tratándose de una escuela. Este sector con escuadrías que se reducen a tablas muy delgadas, debería desmontarse íntegramente y su estructura de techos reconstruida íntegramente”.
“Para la instalación de conductos de calefacción en los entretechos, y a fin de conseguir espacio para el pasaje de los mismos, se han eliminado barras de las cabriadas de techo, hecho que además del obvio debilitamiento, anula una condición fundamental de este tipo de estructuras, que es el triángulado, condición fundamental para asegurar su indeformabilidad. En estos puntos debería reforzarse adecuadamente”.
“Estos aspectos considerados en los puntos precedentes ya han sido analizados en el informe de fecha 14 de agosto de 2014, suscripto por el Ing. Edgard Gort, por el Ministerio de Educación”.
“En la mayoría de las estructuras de soporte, constituidas por cabriadas de madera, las uniones entre cordones superiores e inferiores, con las barras del triángulado, montantes y diagonales, están clavadas, este medio de unión no es adecuado para transmitir los esfuerzos en las barras, sobre todo los de tracción. Estas cabriadas  deberían verificarse y asegurar las uniones con chapas nodales metálicas abulonadas”.
Advierten que “hay sectores en los que deberá desarmarse parcialmente cielorrasos para poder determinar el tipo, secciones y condición de la actual estructura existente”. 
“Dado que el edificio ha tenido ampliaciones sucesivas a lo largo de su vida, con disposición de techos que facilitan la acumulación de 
nieve y hielo, con la consiguiente sobrecarga sobre la estructura general, sería conveniente estudiar la posibilidad de eliminar dichos sectores, con un diseño que permita el libre escurrimiento”. 
 
 

 

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