Por Emilio Balado

Otra crisis

Una vez más la Argentina entra en crisis económica y pareciera que esto es una constante a través de los años, en que un altibajo se produce cada tanto en nuestra historia. No puede comprenderse cómo un país rico en comparación a su densidad poblacional, no pueda salir del atolladero.

por REDACCIÓN CHUBUT 04/01/2020 - 00.00.hs

Hace algunos años atrás se nos consideraba entre las grandes reservas del mundo y comparado con países que hoy en día aparecen dentro de las potencias mundiales, mientras que nosotros aún navegamos en la incertidumbre de no saber qué hacer y a dónde vamos.
Pero dentro de este panorama, no todos la pasan tan mal, y en la necesidad de un nuevo orden que se acople a las actuales circunstancias, pero también a la realidad de una economía equitativa, debería pensarse en modificarse el funcionamiento del Estado, comenzando por la estructura política que tendría que disminuir sus gastos considerablemente. Quizás la reducción de funcionarios, legisladores y desde ya los gastos que ello conlleva. No es que se trate de un pensamiento anarquista, yo diría que de ser más humano se trata. El funcionamiento de los Concejos Deliberantes y de la Legislatura, significan para el pueblo un importante gasto que no se justifica en compensación a los resultados y menos aun considerando los sueldos y demás prebendas que se adjudican. Un nuevo orden está haciendo falta. Quizá pensando en un pasado no muy lejano, claro está dentro de normas no muy santas, a falta de esos organismos del Estado, tomando como ejemplo nuestra provincia. Se construyó la red vial pavimentada con conexión a las principales ciudades, se realizó la presa de Futaleufú, se dio lugar a Aluar, se amplió el puerto de Comodoro, se realizaron las 1.000 viviendas en Trelew, etc., etc., lo que fue un momento de real despliegue de nuestra economía social.
Si esto no puede solucionarse porque los intereses de los involucrados superan la realidad de un país en crisis, debemos pensar que nuestro porvenir será a no dudarlo de los más tristes, donde unos pocos vivan bien en aras del resto de la población, de esa población donde también hay beneficiados por el mal uso de los planes, que en algunos casos hacen que muchas familias vivan sin necesidad de trabajar.
Rezongar no cuesta nada y sumarnos a la gran cantidad de personas que lo hacen por todos los medios y en las charlas diarias, lamentablemente pareciera algo cotidiano, pero ello marca la realidad de nuestros días. 
Una Argentina y dentro de ella un Chubut en crisis que no se concibe y que aún espera que iluminados encuentren por fin el rumbo que nos haga grandes como país y como provincia. Hoy muchos valores se han perdido en consideración al modernismo que se nos impone, y lo que ayer estaba mal, hoy no lo es tanto, total el mundo sigue andando y será el camino de aquéllos «más vivos» que irán adelante sin importar el futuro, ni de aquella gran mayoría que día a día transita la ruta del trabajo y las buenas costumbres. Algo que parece que ya pasó de moda.
 

 

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