Regionales

¿Justicia?

Diario El Chubut (titulares de tapa), día 15 de setiembre: «Causa Embrujo: domiciliaria para Daniela Souza», «Otorgan salida al marinero condenado por matar en accidente de tránsito a una enfermera», «Los atraparon cuando robaban, ya están libres» y el lector horrorizado se pregunta quién hace las leyes. ¿El enemigo?

Desde tiempo inmemorial la Justicia se ha acomodado a los tiempos y a las situaciones, pero lo que se vive en el presente sobrepasa todo entendimiento  humano, ya no se sabe que es el bien y que es el mal, cuanto sufren las víctimas y cuales son las consecuencias de tanta impunidad, porque convengamos que sin mucha vuelta de hoja, pareciera que todo está mal.
Y esto que señalo no es privativo solamente de nuestra Provincia. Los canales de televisión y otros medios, nos muestran a diario los delitos que se cometen y las consecuencias posteriores de impunidad, donde pareciera que los «chorros» y asesinos tienen más derecho que las víctimas y vemos también cuanto le cuesta a las fuerzas del orden actuar ante la posibilidad de verse involucrados por su accionar.
 No hay duda que la figura de la Justicia se ha desdibujado, muchas veces acompañada por estamentos difícil de comprender, que en aras de defender lo indefendible, protegen a los infractores creando en el fondo un resentimiento social manifiesto, cuando el hecho ocurre. Las personas de bien ven que aprovechando la coyuntura de la pandemia el velo de la Justicia se ha corrido hacia la nariz y la boca, para protegerse, pero en el apuro se olvidó de que ese aditamento era justamente para que ciega, pueda actuar en concordancia a lo que ese mismo hombre pretende de ella.
 Los tiempos han cambiado y ahora se quiere tener por cierto, lo que durante toda la historia de la humanidad se ha condenado y también porque no, evadir lo que nuestro Señor nos enseñó a través de los Diez Mandamientos, y pareciera además, que hasta este precepto ha caído en desuso.
 Protestar no cuesta nada y los ciudadanos siguen expectantes, mientras los  encargados de modificar las leyes o no existen o están dormidos, o a lo mejor  no han tomado nota de lo que requiere el ciudadano. Ese que cada día despierta pensando que algo cambiará. Sería imaginable que esa esperanza no sea defraudada y la Justicia sea eso, tal lo menciona nuestro diccionario de la lengua castellana, y todas las otras menciones mundiales que hacen a la convivencia del hombre.  

 

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