Comienza la evacuación de pacientes de salud mental de Seros

Se trata de personas que están en la clínica Inpat, que dejó de ser prestataria del Instituto a partir de una licitación que se realizó, generando más opciones a los afiliados de Seros. 

Hace algunas semanas, las autoridades del ISSyS convocaron a una reunión a otros organismos vinculados con la Salud, para coordinar la implementación de los nuevos servicios de los prestadores a los usuarios de la obra social. 

En ese encuentro participaron además del ISSyS, el Ministerio de Salud, la Dirección Provincial de Salud Mental, el Organo Provincial de Revisión en Salud Mental y la Defensoría y Asesoría de Familia. 
Lo que se buscó es dar garantía de traslado a los pacientes de una forma ordenada, atento a que la Fiscalía Anticorrupción, a la que se informó del proceso licitatorio realizado, planteó que debía hacerse «tomando los resguardos necesarios, dado el particular contexto que atraviesa».

La mención de la Oficina Anticorrupción tenía que ver con el grado de conflictividad con la empresa que venía prestando el servicio de salud mental de manera monopólica, registrándose incluso algunos incidentes violentos. 

NUEVOS PRESTADORES HABILITADOS
Algunos pacientes que aún siguen siendo atendidos en la clínica Inpat, harán el traslado por motus propio a las dependencias de algunos de los nuevos prestadores. Estiman las autoridades del ISSyS, que en la semana entrante casi una veintena de pacientes pasarán de manera voluntaria a otros centros.

Aquellas personas que decidan continuar su asistencia en Inpat, deberían abonar una suma cercana a los 320 mil pesos mensuales de manera particular. 
Mientras que en otros centros que integran el listado de nuevos prestadores de Seros, el pago mensual ronda los 100 mil pesos y con cobertura de la obra social. 

SEGURIDAD DE LOS PACIENTES
La situación contractual de la firma Inpat con Seros ha sido conflictiva desde hace ya algunos años. Y el cierre de la relación tuvo derivaciones judiciales. Por lo tanto, había preocupación en el Directorio del Instituto en cuanto a lo que sería la evacuación de pacientes. 

Presumían algunas de las autoridades, que la medida de cambiar de prestador habría afectado la voluntad de algunos sectores que pretenderían seguir con la situación reinante desde hace ya varios años. Y hasta se formalizó una denuncia por hechos de violencia que debieron padecer algunos de los nuevos prestadores de la obra social que, al menos en un par de casos, desistieron del contrato con el Instituto.