La Calera de Trelew

 Pero si retornamos a nuestra memoria, cuando nos aproximábamos a Trelew por esas ruta de tierra desde el oeste y teníamos a la vista ese establecimiento, decíamos que ya estábamos llegando a esta ciudad, porque aún quedaba muy lejos de lo que hoy es el núcleo urbano, ya que por aquel entonces Trelew llegaba con su calle 25 de Mayo hasta donde hoy están las instalaciones del club Racing y luego el Valle con algunas casas y hasta chacras, por lo que llegar a la Calera era estar cerca de Trelew.
 El progreso avanzó y la Calera fue perdiendo su importancia al dejar de funcionar, pero desde ya que en su oportunidad sirvió a esta ciudad aportando principalmente para la construcción y al final quedó como un ícono, sumado a otras manifestaciones que nos identifican como ciudad y que como también la época del parque industrial, dieron un empuje ciudadano que siempre se recuerda.
 Hoy está la disyuntiva de ver qué se hace para que esta ciudad vuelva a tener la importancia de otrora, ya que diversas circunstancias hacen decir en estos días a sus dirigentes la complicada situación que se vive, y la ciudadanía debería esforzarse comprometidamente en buscar los canales que empujen para revertirla.
 Hay preocupación por ver qué se hace con la Calera y quizás deba dársele intervención a los planificadores para que aporten ideas, ya que es una pena que la situación se mantenga en una indefinición cuando se puede buscar una forma de utilizar ese espacio, tanto para un complejo educativo o de recreación u otro aprovechamiento que permita poder dar utilidad a este ícono de Trelew.
 Quizás el recuerdo de «Estar llegando a Trelew» por esa vía, sea solamente el sueño de los que alguna vez pensamos en esta ciudad que nos atrajo. Pujante y progresista. Hoy más que nunca se necesitan de más cosas que la engrandezcan y pienso que en este aspecto no debe desperdiciarse una nueva oportunidad. Pensemos qué hacer con la Calera.