Año 2023
Parece tan lejos y está tan cerca, al menos así lo demuestran tantos postulantes a lo que serán seguramente las próximas elecciones, a juzgar por los lanzamientos que ya se anticipan y que aparecen como futuros competidores. Y a todo esto el ciudadano que tendrá que elegir, ya se está preguntando a que obedece tanta dedicación: seguramente a solucionar todos los males que los argentinos y chubutenses padecemos, luego de tantos años de no encontrar el rumbo a un desarrollo programado que debió existir, pero la verdad es que pareciera que a nadie se le cae una idea de cómo arreglar tanto «desbarajuste».
Da la impresión de que todo se ha hecho mal y aquellas acciones mejoradoras han quedado superadas por tanto desacierto, de tal manera que entre lo bueno y lo malo esto último ha ganado, y entonces tristemente nos remitimos a aquéllo que de ser el país que en el tiempo se igualaría a los Estados Unidos, nos hemos acercado lastimosa y peligrosamente a aquéllos que están últimos en el rango de las naciones, y coqueteando aquí y allá con las más raras ideologías, hoy nos remitimos a la inoperancia de la clase dirigente que vaya a saber que concepto le atribuye a la población de su pretendida dirigencia.
Pero seguramente se volverá a votar y luego nos arrepentiremos de haber elegido, ya que las promesas no cubrieron las expectativas de aquellos que entre promesa va y viene, no encuentran el rumbo para que nuestro bienestar y de los Estados que representan, soluciones sus problemas.
Desde ya que hablar no cuesta nada y en las botas del protestón quisiera estar para ver cómo se las arregla, aunque es muy probable que el protestón ha visto pasar los años sin pena ni gloria, y hoy tristemente ve que solo ha ejercido su deber ciudadano equivocadamente y que aquéllas promesas solo han servido para que el candidato arregle sus tantos y no los que él quería que le arreglaran.
Así las cosas en estos días ya vemos anticipadamente que algunos candidatos se lanzaron al ruedo con esperanzas de ver qué pueden agarrar, mientras el protestón piensa que esto lo hacen para desde ya ir solucionando problemas que como el cuento de la buena pipa no se terminarán tan fácilmente. Ciudadanos vayan preparándose porque la carrera ya comenzó y aunque todavía falta un tiempo, debemos ir pensando como nuevamente daremos la posibilidad de que la clase dirigente vaya demostrando su poder de convocatoria. De proyectos ciertos y de planes viables no se escucha nada padre. El protestón deberá rogar al cielo para que algún día se cumplan sus deseos de ver una patria y una provincia manejada por sabios que vean por los intereses de los ciudadanos y no de los propios postulantes.
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