Regionales

La cuarentena inducida

Creo que hay diferentes clases de cuarentena. Una podría ser aquella que se refiere a las prácticas antiguas de aislamiento en los buques, impuestas por la autoridad.

Otra podría ser aquella que impone el individualismo, como postura filosófica y social, y otra, creo que la más grave, la que impone la dictadura de la necesidad. Esta última, si no es impuesta, es inducida por aquellas políticas que obligan a la gente a introducirse en el proceso de solución, a veces imposible, de sus propias necesidades. Hoy esa cuarentena la impone la política. 
Frente a la falta de sinceridad y mentira cotidiana, tanto a nivel municipal, provincial o nacional, la gente, como hoy se pretende llamar al ciudadano, antiguamente el pueblo, se ha recluido en su propia realidad, aunque, en su interior, percibe una bronca como ruido de fondo para sus expectativas frustradas. Veamos un poco. 
¿Que funciona hoy? Desde el Estado no surge una respuesta alentadora. El sistema judicial no solamente tiene a sus integrantes como acreedores de sí mismo sino que busca créditos para poder pagar sus propios sueldos. Créditos que, por supuesto pagaremos todos. Como consecuencia hay negación de justicia. El Poder Legislativo le tiene más temor a la respuesta de sectores que a la razonabilidad de las leyes que deberían discutir y debatir. Los jefes políticos de tales representantes les tienen mas temor a las respuestas electorales que a los principios que supuestamente sustentaban. Como conclusión, los temas importantes no se tocan.
 El poder administrativo es tironeado por la clase política del triángulo vial como coto de caza privado, al mejor estilo de la España del siglo pasado. La característica está dada ‘por los feudos comunales’. La educación en Chubut no resiste un análisis serio. La pandemia en nuestra provincia tiene una antigüedad que supera al foco chino que nos regaló un virus. Cuando no existían las burbujas ya no teníamos alumnos ni docentes activos en las escuelas.
 Los virus autóctonos tienen nombre y apellido y las variantes pudieran muy bien ser apreciadas en sus propios personajes. La salud, que debería ser la oferta del sistema, tiene una pobreza franciscana, la que no solamente se refleja en su estructura sino también en el lenguaje y el mensaje de sus voceros. 
Lo que quiero demostrar con estos ejemplos es ¿cuál es la causante de la cuarentena social? Si los sueldos no se pagan en tiempo y forma, si las jubilaciones tambalean, si los atrasos no se compensan pese a la mora automática, si la inflación carcome cotidianamente el poder adquisitivo y la corrupción se evidencia con total impunidad, obligando a la cuarentena de fiscales temerosos, y centramos todo en la economía social como la gran salida, es lógico que la gente ya no escuche y sólo atienda a su propia necesidad.
Es hora de aclarar varias cosas. Lo pide la salud de la población que quiere terminar con las cuarentenas. Todavía resuenan las palabras del entonces presidente de Petrominera. ¿Se acuerdan de Ingentis S.A.? 
 

 

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