Regionales

Tampoco en Chubut duran las buenas decisiones

Por Juan Vernieri

En columna anterior preguntaba ¿Por qué será que en nuestro país cuando quienes gobiernan toman una necesaria y beneficiosa decisión, que resuelve problemas y mejora la vida de los ciudadanos, aparece alguien con algún motivo, explícito o no, que da por tierra con la determinación? También en nuestra provincia suceden cosas así.

 

Recientemente me vi sorprendido al leer en EL CHUBUT que las instalaciones del Centro de Orientación Socio Educativo (Cose) de Trelew esta deshabitado, que en marzo pasado fue designado para alojar a los detenidos por infringir las medidas de aislamiento obligatorio por el Covid-19. 
Una forma que encontraron el ministro de Seguridad Federico Massoni y la ex titular de la cartera de Familia Cecilia Torres Otarola, de resolver un problema creando otro.

 

Supongo que el tiempo de detención por infringir aislamiento es relativamente pequeño y debiera haberse encontrado otra ubicación sin afectar a adolescentes y niños vulnerables que deben ser alojados en comisarías con infraestructura y personal no preparados para una función tan delicada.  
Para colmo de sorpresa leo que los ministros de Seguridad y Familia se aprestan a alterar definitivamente sus funciones, reconvirtiendo las instalaciones para otra actividad.  No hay caso, como lo digo más arriba, siempre aparece alguien que da por tierra con una buena determinación anterior. 

 

Hace un tiempo tuve oportunidad de conocer el Cose en su ubicación de Ruta 3, y charlar con los muchachos. Advertí que se movían con bastante libertad, que podían salir a tomar aire y caminar por los alrededores.

 

Nunca ninguno me manifestó quejas del trato que recibían. Si, me comentaron, que si alguno se evadía, lo cual era muy factible por la libertad que disponían, y lo recapturaban, lo encerraban en total oscuridad por un tiempo que no recuerdo cuánto. Sé que las cosas no siempre fueron así, que hubo épocas en que fueron tratados con sumo rigor. 

 

Desconozco cómo funcionaba últimamente, pero sé que contaba con aulas donde, tengo entendido, se impartían clases de nivel primario; con un taller de carpintería donde fabricaban muebles para utilizar en la institución, y una huerta que por medio del INTA fueron informados y asesorados los jóvenes para sembrar semillas en el invernadero que posee las instalaciones. 

 

Además de inadmisible, es una lástima que en lugar de promover el fortalecimiento institucional del Cose, perfeccionando su actividad, la ex ministra de Familia y el actual ministro, se hayan convertido en copartícipes del derribo de la loable intención que en su momento movió a quienes fundaron la entidad.

 

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