Regionales

Nuestro planeta

Hace unos días se conmemoró un nuevo Día de la Tierra, este hermoso planeta que vaga por el espacio estelar y que solo Dios sabe hasta cuándo, ya que la presencia del hombre sobre su superficie lo ha degradado de tal manera que conjuntamente con sus obras lo han ido deteriorando en el tiempo, sin saber hasta cuándo su capacidad de absorción se lo permitirá.

Hoy el avance de la comodidad de la vida moderna principalmente, ha contribuido a que cada vez y con mayor rapidez las «puñaladas» que se le propinan contribuyan a la preocupación en estos días de los máximos dirigentes del mundo, para ver qué hacen para contener esto que parece se les va de las manos y donde los intereses son más importantes que la racionalidad.
 En principio el aumento acelerado de la presencia del hombre sobre su superficie, hace que los espacios se achiquen y aquello que ayer nos parecía distante hoy no lo es tanto, pero con ese progreso también se fue produciendo el arrastre de toda una infraestructura que lo reduce cada vez más. Si a eso sumamos el ataque a su superficie con pruebas atómicas, guerras, desforestación, contaminación de los mares, el aire y otras cosas más, nos damos cuenta rápidamente de que estamos hablando.
 Las emanaciones de diferentes componentes como las fábricas, la explotación petroleras, la contaminación de los mares, principalmente por el plástico que se arroja, el crecimiento de las poblaciones con conglomerados que requieren de grandes cantidades de insumos para vivir, el número en aumento de automóviles circulando con su contaminación al ambiente, y así podemos señalar infinidad de agentes que contribuyen a hacer más preocupante pensar en el futuro del planeta.
 Las manifestaciones aparecidas estos días festejando el día del planeta, no son más que expresiones de deseos, que rápidamente se diluyen por el peso propio del andar cotidiano que hace olvidar al otro día la necesidad que tiene esta hermosa casa en común de la comprensión de sus habitantes. Día a día aparecen manifestaciones que nos agobian sobre el proceder del habitante, desde los mini basurales que se producen, hasta los grandes desastres climáticos, donde pareciera que nuestra pobre Tierra se queja por el mal trato que le damos. 
 Festejar el día del planeta debería ser un acontecimiento trascendental, donde todos pusieran algo de sí para contribuir a poder gozar de esta nave espacial que no se merece un mal trato, pero sin lugar a dudas la falta de una educación y planificación poblacional ordenada y todas las manifestaciones de alerta caen en saco roto y solo sirven para el entretenimiento diario. Por lo demás el mundo sigue andando.
 

 

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