EN AGRADECIMIENTO AL PUEBLO MADRYNENSE

Carta del ex combatiente Rolando Spizuoco recordando “El día que Madryn se quedó sin pan”

El veterano de guerra Rolando Spizuoco, hoy Licenciado en Ciencia Política y Relaciones Internacionales, mandó una carta de agradecimiento a todo Puerto Madryn.

por REDACCIÓN CHUBUT 20/06/2019 - 00.00.hs

Rolando Spizuoco.

“Si fuera un hombre de fortuna haría construir un  puerto un campanario para que los VGM se reúnan allí cada 19 de junio a tocar una campanada honrando al pueblo que nos acogió en su seno. Desde mi alma silente, con los ojos anegados de recuerdo, reciba Madryn mi más sincero Gracias. Los recordaré hasta el día de mi muerte” expresó el miembro del RI Mecanizado 7 Coronel Conde.  

 

ALGUNAS LINEAS
 “Veníamos presos en el Canberra, derrotados, sucios, heridos en la carne, en el alma y en el orgullo. Veníamos del mismísimo infierno” comienza relatando.  “Atrás en esas Islas Malvinas Argentinas regada y nutrida su turba con sangre y carne de oficiales, suboficiales y soldados argentinos. Habían quedado también los ataques aéreos, los cañoneos navales y terrestres. Todo ahora era silencio, desolación, coraje y muerte derramada sobre esa turba helada. Yacían allí cientos de cadáveres de ambas naciones en pugna… Después de ese aquelarre de sangre y muerte, regresábamos a casa con la más angustiante mochila que un soldado puede cargar: La derrota y la humillación de haber tenido que rendir las armas frente al enemigo. Sólo nuestra invencible Bandera fue salvada de ser atada al carro del enemigo  victorioso. ¡Cuánto dolor y cuánta vergüenza!
Llegamos a Puerto Madryn al fin. A nuestros flancos navegaban dos fragatas argentinas custodiando la entrada a puerto. Los ingleses nos trataron como auténticos Caballeros de Armas y nos saludaban al bajar con sus oficiales a la cabeza, uno por uno. Bajamos en esa hermosa ciudad austral argentina. 
Hasta el hambre ya no me acuciaba. Sólo una demoledora vergüenza y una infinita tristeza por los hombres perdidos. Nos llevaban en camiones. Así transitábamos las calles de Madryn en aquel lejano 1982, donde cada hombre sin distinción de jerarquías, nos recibimos de jóvenes VG. Algunos cabos y soldados nuestros ni siquiera habían cumplido 19 años ¿Chicos de la Guerra? Blasfemos. Hombres y Soldados, de eso nos habíamos recibido. Yo me ufano de decirles Caballeros de Armas y Soldados Héroes de Guerra. 
Entonces como un bálsamo reparador, como una caricia, como una brisa de amor y reconocimiento surge el recuerdo emocionado de aquel lejano ’82 cuando Madryn nos acogió en su seno. Imposible no amar entrañablemente a Madryn. Lo veo, estremecedoramente real entre las brumas del tiempo y mis ojos empañados de lágrimas. Veo sus mujeres llorar, abrir los brazos al cielo, correr al lado de los camiones, saludándonos, pidiéndonos algo nuestro como recuerdo, dándonos de comer, rozar con sus manitos nuestras manos azotadas por el frío de tantos días. Hermoso recuerdo. Gracias Dios mío por ese pueblo nuestro. Nos quitábamos un guante roto y sucio o un rosario y se los arrojábamos como una ofrenda de tanto amor. Ellas los tomaban como si tratara de una esmeralda. Y el temor y la aprehensión que yo tenía se fue esfumando, al ver tanto respeto y tanto cariño. Cuánto amor, bendita seas Madryn y tus mujeres y tus hombres. Temíamos el desprecio, recibimos el amor y ese mismo pueblo nos mitigó el hambre”. 

 

MEDALLA DE HONOR 
Cabe recordar que Spizuoco fue condecorado con medalla de honor por su participación en la batalla de Monte Longdon, que  tuvo lugar en la Guerra de las Malvinas entre las fuerzas británicas y argentinas. “El Sargento Rolando Mario Spizuoco es herido, pero se arriesga a sí mismo en varias ocasiones para rescatar a los conscriptos heridos del pelotón de Baldini, rescatando a muchos” refiere la historia.

 

¿Querés recibir notificaciones de alertas?