Carranza: “El parate de la pandemia más el conflicto docente generó un daño que no se está viendo todavía”

En diálogo con EL CHUBUT, Gerardo Carranza, secretario gremial del Sitraed explicó que los alumnos que en el 2020 pensaban ingresar a sala de cuatro años, no pudieron hacerlo y en el 2021 con todas las dificultades que hubo en el sector prácticamente no transitaron la sala de cinco y este 2022 ingresaron a la escuela primaria “sin tener ni siquiera los hábitos que prepara la escuela en el nivel inicial para que esos chicos puedan comenzar a alfabetizarse”.

“Los chicos que nacieron en 2018, en términos escolares, ya tienen incorporada la tecnología hasta genéticamente porque ellos tienen acceso por los juegos y por la interacción con el celular ya que los padres le dejan el teléfono. Todo lo que es alfabetización sistemática no la tienen pero el reconocimiento del juego con la imagen o auditiva está desarrollada”, sostuvo Carranza.

En ese sentido, Carranza añadió que la escuela al no poder formatearse en este nuevo ciclo, no ha dado todavía el salto y esto se notó con la pandemia porque todavía la generación de docentes que hoy interactúa en el sistema educativo, “algunos hasta se resistían a las tecnologías entonces fue una irrupción y muy abrupto llegar a tener que dar clases a través de una plataforma streaming”.

“Si la maestra se conectaba y hacía un Zoom, abrió el aula a la familia porque el papá o la mamá estaban mirando mientras el nene estaba conectado y viendo que hacía el grupo. Cuando vuelve la presencialidad, se vuelve a cerrar el aula entonces a nosotros nos falta ver cómo hacemos ese salto que también va a implicar modificaciones en las relaciones laborales, porque la ley de la conectividad o los insumos para trabajar desde la casa hoy interpelan la práctica docente”, destacó Carranza.

“LA MITAD DE LOS CHICOS DE MADRYN DE SEIS AÑOS TENDRIAN QUE ESTAR EN LA ESCUELA”

En tanto, Carranza dijo que la mitad de los chicos de Madryn de seis años que tendrían que estar en la escuela pero “no están y tampoco están alfabetizados”.

“La escuela en alguna medida era ordenadora del esquema familiar porque llegaba el momento de ir a clases y se tenían que levantar a llevar a los hijos a la escuela y después se iban al trabajo pero en un esquema de crisis social donde la asistencia a la persona o la familia más desfavorecida le llega a través de un programa sin contraprestación. Acá lo que tienen que trabajar es en educación, salud, acción social en conjunto con políticas públicas que den alguna contención integral a ese alumno”, aseguró Carranza.

Por último, Carranza manifestó que “tenemos que hacer una profunda autocrítica y esa autocrítica no siempre se está dispuesta a hacer y eso es lo que está pasando”.