Regionales

Los tehuelches juran la Bandera en Chubut en 1869

En la pintoresca precordillera chubutense, a tan solo 9 kilómetros de la Ruta 40 que une Esquel con Comodoro Rivadavia, a orillas del amplio valle del arroyo Genoa que desembocaba finalmente en el rio Senguer, franqueada por hermosos cerros que se ponen verde en verano, está la pequeña localidad de José de San Martin, otrora importante centro urbano de toda la región, que hoy languidece ante la elección de muchos de sus habitantes de emigrar a las ciudades costeras con mayor porvenir, y haber quedado además alejada del tránsito rápido que se estila en el presente.
 

No obstante esta comarca conocida antaño como el Parador de Henno, posee una rica historia con acontecimientos de real importancia, como el primer asentamiento de Gendarmeria Nacional creado en 1938, que disponía el 13 de enero de 1941 el área de jurisdicción para Chubut y Santa Cruz con asiento en San Martin, lugar donde el 18 de febrero arriban los primeros gendarmes, del que seria el Escuadrón Nº 37.

 

A este hecho trascendental le precedió otro de tanta o mayor importancia si se comparan los tiempos, y que todavía no tiene la difusión que se merece, el cual viene desde lo profundo de las raíces patagónicas, traído de la mano de los pueblos originarios que poblaron estos parajes, formando lo que más tarde seria la colonia General San Martín, uno de los acontecimientos de estos hombres, que paulatinamente van desapareciendo ganados por el avance «civilizador» y su mezcla con los blancos. Su paso quedó plasmado en el departamento que lleva el nombre de Tehuelches, cumpliendo así un merecido homenaje a estos hombres que amaron su tierra y la defendieron, hasta perderla casi totalmente ese 22 de febrero de 1883 en el encuentro de las cercanias del arroyo Appeleg, donde el avance de las columnas de Roca, daría quizás la última batalla de la pregonada «Conquista del Desierto»; de ese desierto que ellos poblaron en su inmensidad desde el estrecho de Magallanes hasta la Pampa Central, y de uno al otro océano. En aquellas épocas de mediados del siglo XIX, cuando el 28 de Julio de 1865 los colonos galeses descendían del velero Mimosa, que los había traido desde su lejano Pais de Gales dispuestos a poblar estas tierras, o que el capitán Murga fundaba lo que sería la capital del Chubut, el 15 de setiembre del mismo año, dejando instalada la bandera de la patria en estos territorios, las huestes del cacique Casimiro Bigüa recorrían desde Punta Arenas hasta la desembocadura del rio Negro, paseando esa misma bandera celeste y blanca que creara Belgrano, y que le fue regalada por el bravo comandante Luis Piedrabuena, a su paso por el apostadero de la isla Pavón en el río Santa Cruz En esa época en que el legendario cacique Calfulcurá presionaba desde Chile, preparando sus lanzas para avanzar sobre el territorio Tehuelche y malonear sus poblados hasta la colonia galesa. En esas circunstancias la sagacidad de Casimiro lo llevó a unir sus guerreros con otros desde este lado de los Andes, resistiendo asi a tan atrevida empresa, obligando a Cafulcurá a desistir de sus ideas y en compensación cambiar el rumbo de sus andanzas, para dirigirse a las poblaciones de más al norte, llegando hasta el sur de la provincia de Buenos Aires y así fue un dia de 1869, más precisamente el 3 de noviembre, que el caudillo reunió a un grupo de sus pares, capitanejos e integrantes de los pueblos originarios en un acto que se supone coronado por el limpido cielo patagónico, sumado a los representantes de las tribus de Jackeman, Orkeke, Hinchel.

 

Chiquichano y otros, y juraron fidelidad a nuestra bandera en un entorno de reafirmación soberana, que dejaba sin lugar a dudas, determinada la pertenencia de estas tierras. Este acto no es demasiado conocido al igual que otros que se perdieron en el tiempo, pero indudablemente resulta de gran significación para una Argentina, que años después tendria que pactar un tratado de límites. A pesar de todo, aquel que visite la Casa de Gobierno en Rawson, podrá apreciar en el salón de entrada, un mural realizado por el maestro Alejandro Lanoel, que plasmó para la historia ese acontecimiento, aunque muchos no pueden saber su significado, ya que el relato que tan magnificamente realizó Marcial Galina en su Icografia Histórica del Chubut, no tiene tampoco la difusión que merece.

 

Mientras tanto la localidad de José de San Martin festeja su aniversario el 11 de noviembre, dia de su patrono San Martin de Tours, pareciendo que aqui faltó el historiador que recordara ese 3 del mismo mes. En parte se ha realizado el reconocimiento oficial a diferentes niveles, pero indudablemente la figura ecuestre de Casimiro Bigüs que fuera distinguido por el general Mitre en el grado militar de teniente coronel, y que pereciera igual que otros de los suyos, entristecido por el ocaso de su raza, cabalgará las praderas del tiempo para señalarnos la vivencia de una rica historia chubutense.

 

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