El ciclista capitalino Eduardo «Balito» Sepúlveda, integrante del equipo Movistar finalmente ayer terminó ocupando el puesto 46º en la séptima etapa del Critterium Dauphine, la gran previa del Tour de Francia, en lo que era la etapa «reina» de 130 kilómetros por la altura que debieron transitar los ciclistas.
| Por REDACCIÓN SUPERDEPOR |
«Balito» arribó a 14’06'’ del ganador W. Poels (INS) que lo hizo en un tiempo de 4h 01’34'’.
De esta forma Sepúlveda se ubica en el puesto 48' de la general a 33’53'’ de el líder J. Fugalsang que hasta el momento totaliza un tiempo de 27hs 36’40'’.
Hoy se correrá la octava y última etapa, en la que el equipo Movistar tratará de meterse entre los 10 primeros.
El momento más importante de la carrera para Sepúlveda fue a partir del kilómetro 11 cuando se puso el «overol» y trabajó para el colombiano Nairo Quintana, a quien llevó a rueda un rato, siendo el único del equipo Movistar que pudo apoyar por un rato al gran Nairo, quien finalmente arribó en el décimo primer lugar.
Bajo un monumental diluvio, Wout Poels (INS) coronó en la Montée de Pipay la jornada reina del Critterium du Dauphine 2019, un recorrido breve -poco más de 130 km- pero exigente y sin descanso con sus cuatro puertos puntuables y final en un largo puerto en el que Movistar Team buscó de nuevo protagonismo.
Una vez cazado Rubén Fernández tras su implicación en las fugas iniciales, el murciano se puso al servicio de su líder Nairo Quintana en un pelotón de favoritos progresivamente reducido por el trabajo de la escuadra telefónica.
Los buenos relevos de Fernández junto a Carlos Verona y Eduardo Sepúlveda desembocaron en un ataque del ‘Cóndor’, a 11 km de la conclusión, que trató de secar el polaco Kwiatkowski (INS), anticipando el ataque de su compañero de equipo.
El desgaste para tratar de marcar diferencias con el resto de favoritos acabó haciendo mella en un Quintana cuya progresión de forma viene más centrada en los retos del mes de julio, y que cedió algo más de cuarenta segundos en meta -descolgado a 2 km del final- para ser ahora 11º en la general, a 1’24" de Jakob Fuglsang (AST).
El colombiano y sus compañeros seguirán testeando su condición y luchando por la carrera en la última etapa de hoy, con final en la suiza Champéry.
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El ciclista capitalino Eduardo «Balito» Sepúlveda, integrante del equipo Movistar finalmente ayer terminó ocupando el puesto 46º en la séptima etapa del Critterium Dauphine, la gran previa del Tour de Francia, en lo que era la etapa «reina» de 130 kilómetros por la altura que debieron transitar los ciclistas.
«Balito» arribó a 14’06'’ del ganador W. Poels (INS) que lo hizo en un tiempo de 4h 01’34'’.
De esta forma Sepúlveda se ubica en el puesto 48' de la general a 33’53'’ de el líder J. Fugalsang que hasta el momento totaliza un tiempo de 27hs 36’40'’.
Hoy se correrá la octava y última etapa, en la que el equipo Movistar tratará de meterse entre los 10 primeros.
El momento más importante de la carrera para Sepúlveda fue a partir del kilómetro 11 cuando se puso el «overol» y trabajó para el colombiano Nairo Quintana, a quien llevó a rueda un rato, siendo el único del equipo Movistar que pudo apoyar por un rato al gran Nairo, quien finalmente arribó en el décimo primer lugar.
Bajo un monumental diluvio, Wout Poels (INS) coronó en la Montée de Pipay la jornada reina del Critterium du Dauphine 2019, un recorrido breve -poco más de 130 km- pero exigente y sin descanso con sus cuatro puertos puntuables y final en un largo puerto en el que Movistar Team buscó de nuevo protagonismo.
Una vez cazado Rubén Fernández tras su implicación en las fugas iniciales, el murciano se puso al servicio de su líder Nairo Quintana en un pelotón de favoritos progresivamente reducido por el trabajo de la escuadra telefónica.
Los buenos relevos de Fernández junto a Carlos Verona y Eduardo Sepúlveda desembocaron en un ataque del ‘Cóndor’, a 11 km de la conclusión, que trató de secar el polaco Kwiatkowski (INS), anticipando el ataque de su compañero de equipo.
El desgaste para tratar de marcar diferencias con el resto de favoritos acabó haciendo mella en un Quintana cuya progresión de forma viene más centrada en los retos del mes de julio, y que cedió algo más de cuarenta segundos en meta -descolgado a 2 km del final- para ser ahora 11º en la general, a 1’24" de Jakob Fuglsang (AST).
El colombiano y sus compañeros seguirán testeando su condición y luchando por la carrera en la última etapa de hoy, con final en la suiza Champéry.
