Claro que algunos que reciben solo tormenta, tratan de correrse y buscar caminos diferentes para salir adelante, más cuando se tiene una familia que alimentar.
Pero a las necesidades económicas, también están las otras, las necesidades espirituales, las del alma.
Para muchos practicar deportes es eso, una caricia al alma. Subirse a una bicicleta es para algunos sentirse libre, es recibir el viento en la cara, es trasladarse sin parar, hasta donde las piernas digan basta y a partir de allí la sonrisa es amplia por lo logrado.
Néstor Colinecul tiene la habilidad de andar en bicicleta y lo hace bien, en su categoría. A través de la bici, despeja la mente y limpia el alma. Cuando se baja de la bici, ahí aparecen los problemas. Los mismos que por desgracia tienen muchos en un país que está cada vez más difícil.
La falta de trabajo pega en todo lado del cuerpo, en la panza y en el alma. Está en uno, en salir adelante, para trabajar y para cumplir sus sueños.
El próximo 15 de septiembre se correrá en Puerto Madryn una carrera fantástica, serán 60 km en un lugar de ensueño. Se corre la “Vuelta de Ballenas” y los mejores corredores estarán presentes, entre ellos Néstor Colinecul, o al menos es lo que quiere.
Sin trabajo estable, les pide a sus amigos y conocidos una mano. Que por más chica que sea, muchas manos lo hacen posible.
Néstor sacó a la venta un bono contribución, que será sorteado unos días antes de la carrera. Una canasta borracha para festejar la victoria, para no decir que solo se festeja con agua mineral o agua saborizada.
Claro que después de 
corren en Ballenas, deberá volver a la tierra, al llano a pelearla como siempre, a buscar trabajos y arreglar bicicletas y motos.