El entrenamiento es fundamental en la vida del deportista. Para un jugador de hockey sobre césped (amateur en Sudamérica) significa mucho ya que la energía corporal consume muchas horas de trabajo por su gran esfuerzo.
| Por REDACCIÓN SUPERDEPOR |
En este caso se resaltará la historia de Agustín Carregal, quien cuenta con toda su familia relacionada a esta disciplina. Es decir, desde sus padres Virginia Giménez y Darío Carregal.
Tal amor por el juego lo comparte, también, junto a su hermana Jazmín. Ambos y su madre practicaron y compitieron siempre en el Trelew Rugby Club, una de las principales instituciones de la región.
«No esperaba un año así, pero siempre es lindo volver a entrenar en el club», expresó el joven (hoy en Club San Martín de la Asociación de Buenos Aires) en habitual práctica reducida realizada días atrás debido a la actual situación que se vive a nivel mundial.
SUS INICIOS
«Empecé porque no podía seguir jugando al fútbol por el colegio», indicó. Entonces, para evitar la inactividad, aprovechó en realizar la pretemporada. «Conocía a los chicos y mi familia es de acá», agregó.
Fue adaptándose con el paso del tiempo hasta que se convirtió en su deporte. «Nuestra familia vive (también) por el club. Mi mamá y hermana siempre jugaron acá al hockey», señaló.
En tanto añadió que cuando comenzó ya se había armado un grupo de pibes de mi edad. «Venían dos de mis mejores amigos, por lo que me enganché (sic), también, por ellos. Fue alrededor del 2012», acotó.
Había entre 12 o 13 años, aproximadamente en su grupo. «Al poco tiempo éramos como 11 o 12 personas. El más chico era Santiago Jaroslavsky, que ahora está jugando en Primera», comentó quien era uno de los más grandes -junto a sus dos mejores amigos-.
Luego, a los 18 años, emprendió su nueva etapa con el objetivo de evolucionar su juego en Club San Martín. Disputó su primera temporada en quinta. Luego, en las siguientes tres, conformó el plantel superior.
Refiriéndose al ámbito local, dijo: «El hockey evolucionará si hay predisposición de la gente que ya está por querer hacerlo mejorar».
Asimismo, sostuvo que el deporte en general crece cuando el masculino se desarrolla. «Muchos de los entrenadores y árbitros terminan siendo jugadores. Es la tendencia acá en la zona», manifestó.
NACIONALES
En el 2016 se sumó al plantel de quinta del Club San Martín. Fue un año especial ya que en junio debutó como refuerzo del plantel de Trelew RC. Fue un Regional «A» de Clubes Bonaerense - Patagonia en Bahía Blanca.
«Cuando era el primer año de estudio fuera de la provincia conseguimos el ascenso a la Liga B», remarcó.
En el mencionado certamen, su equipo perdió solamente un partido, que se definió por penales australianos (caída por 3-2), tras igualar sin abrir el marcador ante el local Universitario.
«Fue lo mejor que conseguí junto al grupo. Viajé por invitación (la CAH permite que jueguen alrededor de tres jugadores surgidos del club de la liga de origen; siempre y cuando se encuentren en competencia fuera de la provincia). Hablé con los entrenadores; así conocí las fechas para ir», contó.
Con el plantel «Tricolor» participó de otros dos torneos. «No jugué mucho por la edad. Debuté a los 16. Luego, a los 18, me fui», expuso.
Agustín ya tenía un rol preponderante cuando formó parte del plantel de Trelew RC en Bahía Blanca. «Era ya el arrastrador. Lo considero como mi mejor torneo y, también, del equipo porque jugó muy bien», destacó.
EN BUENOS AIRES
El sentido de identidad y pertenencia a un club es fundamental en el jugador, que mediante contactos puede encontrar varias nuevas oportunidades.
«Cuando me fui a Buenos Aires tenía dos o tres clubes en vista. Entre estos estaban Lomas y San Martín, clubes donde trabajaba Facu Quiroga», reveló.
Inicialmente se probó en Lomas. «Es un club importante, con cancha de agua. Asimismo, por la movilidad, decidí ir al Club San Martín. En ambos lados me hicieron sentir cómodo», explicó.
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El entrenamiento es fundamental en la vida del deportista. Para un jugador de hockey sobre césped (amateur en Sudamérica) significa mucho ya que la energía corporal consume muchas horas de trabajo por su gran esfuerzo.
En este caso se resaltará la historia de Agustín Carregal, quien cuenta con toda su familia relacionada a esta disciplina. Es decir, desde sus padres Virginia Giménez y Darío Carregal.
Tal amor por el juego lo comparte, también, junto a su hermana Jazmín. Ambos y su madre practicaron y compitieron siempre en el Trelew Rugby Club, una de las principales instituciones de la región.
«No esperaba un año así, pero siempre es lindo volver a entrenar en el club», expresó el joven (hoy en Club San Martín de la Asociación de Buenos Aires) en habitual práctica reducida realizada días atrás debido a la actual situación que se vive a nivel mundial.
SUS INICIOS
«Empecé porque no podía seguir jugando al fútbol por el colegio», indicó. Entonces, para evitar la inactividad, aprovechó en realizar la pretemporada. «Conocía a los chicos y mi familia es de acá», agregó.
Fue adaptándose con el paso del tiempo hasta que se convirtió en su deporte. «Nuestra familia vive (también) por el club. Mi mamá y hermana siempre jugaron acá al hockey», señaló.
En tanto añadió que cuando comenzó ya se había armado un grupo de pibes de mi edad. «Venían dos de mis mejores amigos, por lo que me enganché (sic), también, por ellos. Fue alrededor del 2012», acotó.
Había entre 12 o 13 años, aproximadamente en su grupo. «Al poco tiempo éramos como 11 o 12 personas. El más chico era Santiago Jaroslavsky, que ahora está jugando en Primera», comentó quien era uno de los más grandes -junto a sus dos mejores amigos-.
Luego, a los 18 años, emprendió su nueva etapa con el objetivo de evolucionar su juego en Club San Martín. Disputó su primera temporada en quinta. Luego, en las siguientes tres, conformó el plantel superior.
Refiriéndose al ámbito local, dijo: «El hockey evolucionará si hay predisposición de la gente que ya está por querer hacerlo mejorar».
Asimismo, sostuvo que el deporte en general crece cuando el masculino se desarrolla. «Muchos de los entrenadores y árbitros terminan siendo jugadores. Es la tendencia acá en la zona», manifestó.
NACIONALES
En el 2016 se sumó al plantel de quinta del Club San Martín. Fue un año especial ya que en junio debutó como refuerzo del plantel de Trelew RC. Fue un Regional «A» de Clubes Bonaerense - Patagonia en Bahía Blanca.
«Cuando era el primer año de estudio fuera de la provincia conseguimos el ascenso a la Liga B», remarcó.
En el mencionado certamen, su equipo perdió solamente un partido, que se definió por penales australianos (caída por 3-2), tras igualar sin abrir el marcador ante el local Universitario.
«Fue lo mejor que conseguí junto al grupo. Viajé por invitación (la CAH permite que jueguen alrededor de tres jugadores surgidos del club de la liga de origen; siempre y cuando se encuentren en competencia fuera de la provincia). Hablé con los entrenadores; así conocí las fechas para ir», contó.
Con el plantel «Tricolor» participó de otros dos torneos. «No jugué mucho por la edad. Debuté a los 16. Luego, a los 18, me fui», expuso.
Agustín ya tenía un rol preponderante cuando formó parte del plantel de Trelew RC en Bahía Blanca. «Era ya el arrastrador. Lo considero como mi mejor torneo y, también, del equipo porque jugó muy bien», destacó.
EN BUENOS AIRES
El sentido de identidad y pertenencia a un club es fundamental en el jugador, que mediante contactos puede encontrar varias nuevas oportunidades.
«Cuando me fui a Buenos Aires tenía dos o tres clubes en vista. Entre estos estaban Lomas y San Martín, clubes donde trabajaba Facu Quiroga», reveló.
Inicialmente se probó en Lomas. «Es un club importante, con cancha de agua. Asimismo, por la movilidad, decidí ir al Club San Martín. En ambos lados me hicieron sentir cómodo», explicó.
