Ferrocarril Patagónico aún no alcanzó la altura basquetbolística que se espera de este conjunto de jugadores de experiencia y jerarquía y si bien volvió a ganar, lo hizo con un tono ajustado y sin el vuelo que, sospechamos, podrá alcanzar a medida que vayan sucediendo los partidos.
| Por REDACCIÓN SUPERDEPOR |
Este viernes en condición de local bajó la ambición de triunfo que remolcaba el conjunto de Pacífico y arruinó el progresivo invicto del conjunto neuquino al asestarle un apretado 82-78.
Este domingo, desde las 20:30 volverán a jugar en el “Mariano Riquelme” para cerrar el fin de semana con un doble enfrentamiento. En la visita, aunque no estaba confirmado se esperaba la vuelta de unos de sus principales hombres, Carlos Sepúlveda, quien estuvo ausente en el primer juego.
Con respecto al partido, Ferro ganó el primer tiempo 42-40. Lo mejor del local lo tributó Leandro Cecchi, siendo desequilibrante sobre todo el primer cuarto, después algo de Jonathan Ledesma y poco del resto en ese lapso. Durante varios pasajes la marca fue sumisa y eso permitió que el juego del conjunto neuquino adquiera magnitud. Juan Carlos Miranda, con sus 21 años se transformó en el conductor del equipo y fue una molestia permanente para la defensa de Ferro, y el pivot David Fric, marcó 14 puntos, tomó 9 rebotes y fue el mayor fastidio con el cual tuvo que lidiar el equipo portuario.
En el tercer cuarto Ferro mostró su mejor versión. Ajustó la marca, enmendó los sistemas y perfeccionó los porcentajes de tiro. Un cóctel perfecto para atropellar con furia y sacar una ventaja de 15 puntos (65-51) la más ancha del juego.
Imprevistamente no logró sostener la diferencia, Pacífico reforzó sus fuerzas y con mucho empuje, volvió a meterse en partido y pudo restar la diferencia hasta volver a igualar el score a pocos segundos del final.
En el cierre, la jerarquía individual de los jugadores de Ferro hizo la diferencia. Héctor Martirena asomó para auxiliar el grito de triunfo y con un par de acciones abasteció lo puntos que el equipo precisaba para quedarse con la victoria.
El triunfo le otorga a Ferro amplitud a su rótulo de candidato. El equipo no brilla, ni sobresale con un juego fulgente, pero por ahora con un par de destellos de sus principales figuras consigue seguir robusteciendo su invicto como local.
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Ferrocarril Patagónico aún no alcanzó la altura basquetbolística que se espera de este conjunto de jugadores de experiencia y jerarquía y si bien volvió a ganar, lo hizo con un tono ajustado y sin el vuelo que, sospechamos, podrá alcanzar a medida que vayan sucediendo los partidos.
Este viernes en condición de local bajó la ambición de triunfo que remolcaba el conjunto de Pacífico y arruinó el progresivo invicto del conjunto neuquino al asestarle un apretado 82-78.
Este domingo, desde las 20:30 volverán a jugar en el “Mariano Riquelme” para cerrar el fin de semana con un doble enfrentamiento. En la visita, aunque no estaba confirmado se esperaba la vuelta de unos de sus principales hombres, Carlos Sepúlveda, quien estuvo ausente en el primer juego.
Con respecto al partido, Ferro ganó el primer tiempo 42-40. Lo mejor del local lo tributó Leandro Cecchi, siendo desequilibrante sobre todo el primer cuarto, después algo de Jonathan Ledesma y poco del resto en ese lapso. Durante varios pasajes la marca fue sumisa y eso permitió que el juego del conjunto neuquino adquiera magnitud. Juan Carlos Miranda, con sus 21 años se transformó en el conductor del equipo y fue una molestia permanente para la defensa de Ferro, y el pivot David Fric, marcó 14 puntos, tomó 9 rebotes y fue el mayor fastidio con el cual tuvo que lidiar el equipo portuario.
En el tercer cuarto Ferro mostró su mejor versión. Ajustó la marca, enmendó los sistemas y perfeccionó los porcentajes de tiro. Un cóctel perfecto para atropellar con furia y sacar una ventaja de 15 puntos (65-51) la más ancha del juego.
Imprevistamente no logró sostener la diferencia, Pacífico reforzó sus fuerzas y con mucho empuje, volvió a meterse en partido y pudo restar la diferencia hasta volver a igualar el score a pocos segundos del final.
En el cierre, la jerarquía individual de los jugadores de Ferro hizo la diferencia. Héctor Martirena asomó para auxiliar el grito de triunfo y con un par de acciones abasteció lo puntos que el equipo precisaba para quedarse con la victoria.
El triunfo le otorga a Ferro amplitud a su rótulo de candidato. El equipo no brilla, ni sobresale con un juego fulgente, pero por ahora con un par de destellos de sus principales figuras consigue seguir robusteciendo su invicto como local.
